Declaración del PCE y la UJCE en el 70 aniversario de la Nakba palestina
Máximo apoyo al pueblo palestino, máxima solidaridad internacionalista y máximo impulso a la campaña de boicot, desinversiones y sanciones
El movimiento BDS es la máxima esperanza internacional para el pueblo palestino al tiempo que el máximo enemigo estratégico de Israel
Se cumplen 70 años de la Nakba palestina, es decir, del momento más traumático de la historia del pueblo palestino. Una Nakba, una limpieza étnica a manos de las tropas sionistas-israelíes, que supuso en 1948 la destrucción de 615 localidades palestinas, entre 35 y 110 masacres y la expulsión de unas 750.000 personas palestinas de sus casas (ahora sus descendientes son más de 6 millones, a las que Israel niega su derecho al retorno reconocido por la Resolución 194 de la Asamblea General de la ONU). De este modo, Israel se creó tras más de 50 años de esfuerzos colonizadores sionistas que buscaban y buscan el máximo de tierra con el mínimo de población no judía. Israel se creó en mayo de 1948 sobre las ruinas de la mayor parte de Palestina.
Pero la Nakba continuó y continúa. La colonización, el racismo, el apartheid y la limpieza étnica siempre han formado parte de Israel y lo continúan haciendo. Últimamente, por ejemplo, con el asesinato ayer 14 de mayo de más de 58 personas en Gaza durante las protestas de la #GreatReturnMarch y por el rechazo al traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén (cabe recordar que la parte occidental de Jerusalén sufrió la limpieza étnica durante la Nakba y la oriental está ocupada ilegalmente desde junio de 1967). O con las diarias demoliciones de casas y de pueblos, con el encarcelamiento de niñas como Ahed Tamimi o de poetisas como Dare Tatour solo por escribir una poesía en Facebook, con las leyes israelíes de apartheid, con la humillación y violencia cotidiana del muro de Apartheid o los checkpoints militares… Todo con absoluta impunidad israelí. Y todo ello, cada vez más, intentando ser ocultado por Israel a través de estrategias de lavado de imagen como el “pinkwashing”, dentro de las cuales se encuentra la actuación y victoria de Netta en el último festival de Eurovisión.
Si Israel puede actuar de esta manera y puede tener total impunidad es gracias a toda una red de complicidades militares, económicas, políticas, culturales, académicas… Por eso, el pueblo palestino nos pidió cortar estas complicidades, acabar con estas colaboraciones, a través del BDS, del boicot a Israel. El objetivo es presionar a Israel de una manera noviolenta para lograr una Palestina libre. Actualmente, el movimiento BDS es la máxima esperanza internacional para el pueblo palestino al tiempo que el máximo enemigo estratégico de Israel –en el 2016 declaró a sus activistas objetivos militares–. Se trata de una campaña internacional que crece en muchas partes del mundo y que avanza cada semana con el apoyo de miles de figuras públicas, organizaciones y movimientos sociales antirracistas, feministas y antifascistas. Muchos de estos movimientos son vigilados y reprimidos por las innumerables tecnologías que se prueban contra la población nativa palestina y luego se exportan por el mundo y por las tácticas que aprenden cuerpos represivos -como la Policía Nacional o los Mossos- que se entrenan en Israel.
Por todo ello, hoy más que nunca, máximo apoyo al pueblo palestino, máxima solidaridad internacionalista y máximo impulso al boicot, las desinversiones y sanciones.
¡Viva Palestina libre!