Publicado en el número 18 de AGITACIÓN
Dice el gobierno y los representantes de la patronal que parece que ya salimos del túnel, que se empieza a vislumbrar la senda del crecimiento. Las perspectivas de crecimiento empiezan a ser optimistas, y que el paro va a bajar. Han puesto millones de euros para un Plan de Garantía Juvenil que, dicen, va a ayudar a combatir las espeluznantes cifras de paro juvenil en toda Europa.
Sin embargo, ¿de qué futuro están hablando? ¿va a cambiar a mejor la situación para la clase trabajadora? ¿para la juventud? No parece que vaya a ser así. Las reformas laborales que han precarizado nuestras condiciones de trabajo son necesarias que se mantengan para garantizar su recuperación. Los recortes en sanidad y educación también son necesarios mantenerlos. La reforma de la Constitución está dando sus frutos. Todas esas medidas son las que están garantizando su futuro, su recuperación y suponen sus beneficios.
Pero su recuperación es nuestra perdición, es nuestra explotación, nuestra pobreza y nuestra misera. Son los salarios por debajo de mileurista, currando más de 40 horas semanales, sin contrato u horas extras remuneradas. Es la privatización de la educación y la elitización del acceso a la universidad. Son los recortes en sanidad. Dirán que baja el paro, pero no reconocerán que serán miles de jóvenes explotados o jóvenes que han tenido que emigrar a otro país para poder tener una vida y un futuro digno.
Que no nos engañen. La situación es bastante clara y las cartas están sobre la mesa. Ellos las han jugado muy conscientemente del resultado. No les importa que pasemos hambre y vivamos en la miseria. Eso es precisamente lo que les permite a los grandes monopolios y a los capitalistas ser aún más ricos y aumentar la riqueza en sus manos cada año que pasa.
Pero hay otro futuro. Hay un futuro en favor de la clase trabajadora, de los pueblos, de la juventud. Hay un futuro sin troika que exija recortes y ataques a los derechos de los y las trabajadoras. Hay un futuro sin deuda que nos condene a la miseria. Hay un futuro sin el bipartidismo que apuntala y gestiona este sistema. Ese futuro se llama socialismo. Es el futuro de la dignidad y de la esperanza, de la libertad y de la justicia social en pos del pueblo.
Pero ese futuro se conquista luchando, se conquista con organización y con ideas. No se conquista con la resignación y la apatía. Hay que luchar, porque nadie nos ha regalado nunca nada, y la burguesía jamás va a ceder pacíficamente y de buena gana lo que lleva siglos acumulando y perfeccionando: este sistema de explotación y de opresión que permite generar y acumular la riqueza en manos de una minoría.
Dicen que el socialismo es un sistema que niega el derecho a la propiedad privada. Más lejos de lo contrario, el socialismo es el único sistema que garantiza un acceso justo para todos y todas a la riqueza. ¿Cómo puede ser el capitalismo el sistema que garantiza la propiedad privada cuando niega el acceso a la alimentación básica y al agua a miles de millones de personas en todo el mundo, incluido en España? Que no nos engañen. Hay futuro en el socialismo y se conquista luchando. ¡A por él!