A lo largo de la historia de Andalucía encontramos muchos ejemplos de lucha y combatividad en los que el pueblo trabajador se ha rebelado contra la situación de atraso estructural y miseria a la que nuestra tierra ha sido sometida sistemáticamente y han conseguido victorias y avances en nuestras condiciones de vida.
Por eso conmemoramos el 4 de Diciembre de 1977, el máximo ejemplo de nuestra rebeldía, cuando miles y miles de andaluzas salieron a la calle a reclamar poder decidir sobre su futuro, a reclamar autogobierno para romper con siglos de dependencia. También recordamos el asesinato del joven sindicalista García Caparrós, aún sin resolver, a manos de la Policía.
Hoy, más de 40 años de autonomía no han generado un autogobierno que sirva a las andaluzas para romper con el atraso estructural, sino que ha servido para generar redes clientelares con las que silenciar la desindustrialización de nuestra tierra y vender una falsa idea de modernización, abocándonos al paro, la emigración o una hostelería precaria basada en prostituir nuestro patrimonio. Una muestra más del agotamiento del Régimen del 78, que como alternativa nos ofrece, por medio del gobierno de las tres derechas, una recentralización reaccionaria apoyada sobre la destrucción sistemática de los servicios públicos y brutales retrocesos sociales en materia feminista, LGTB, de convivencia, memoria histórica….
Así que hoy de nuevo tenemos la tarea de volver a llenar las calles para conseguir un futuro digno para nosotras, nuestra tierra y todo el país. Y lo hacemos con la experiencia y el ejemplo de quienes nos han precedido como guía.
Por eso la lucha en defensa de nuestra sanidad pública y contra el recorte de servicios bebe de la experiencia de pelear durante años para conseguir el Hospital de Motril en la década de los ochenta. Por eso las movilizaciones en defensa del clima y el medioambiente se ven reflejadas en la lucha contra la construcción del hotel ilegal en El Algarrobico o en la repulsa al desastre de Aznalcóllar. Por eso la construcción de movimiento estudiantil aprende de los ejemplos de autoorganización contra la LOU y el Plan Bolonia.
Con mil luchas por delante pero un solo camino, el de la República, las jóvenes andaluzas salimos a conquistar nuestro futuro. Porque siempre hemos luchado, y ahora, TAMBIÉN.