Mediante la resolución del 23 de marzo de 2018, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) tomó la decisión de realizar una modificación de la normativa con respecto al reconocimiento de las certificaciones de nivel de idiomas necesario para la obtención del título de Grado en dicha universidad que entraría en vigor en el curso académico 2018/2019.
De este modo, ciertas acreditaciones del conocimiento de una lengua extranjera (B1 y superiores) expedidas por algunas de las instituciones más prestigiosas en este ámbito como, por ejemplo, Cambridge, Oxford o mediante los exámenes TOEIC, no serían válidas en el caso de que en algunas de las destrezas no se alcanzara el nivel de competencia necesario que exige la UCLM. Contradiciendo así a las instituciones mencionadas con anterioridad que certifican la consecución de niveles como el B1 con una puntuación global de todas las destrezas, aunque alguna de ellas se encuentre suspensa.
La Universidad de Castilla-La Mancha se convierte, de esta manera, en la única en todo el territorio español en rechazar aquellas acreditaciones reconocidas por organismos oficiales y conseguidas mediante el esfuerzo y sudor de las estudiantes. Por lo tanto, se fuerza a repetir y costearse de nuevo un examen en el que sí se cumplan las exigencias impuestas por la UCLM, pese a la contradicción que supone con respecto a lo narrado anteriormente.
Si bien esta resolución surgió en 2018, la universidad continúa sin informar de manera adecuada al estudiantado, rodeada de su habitual oscurantismo, perjudicando gravemente a muchas de las estudiantes que se ven afectadas por esta medida.
Es por todo ello que, desde la Juventud Comunista en Ciudad Real, rechazamos completamente esta modificación injusta e irracional que solo busca construir nuevos obstáculos en la obtención de títulos. Es incomprensible que se rompa la dinámica de un sistema perfectamente establecido en el conjunto del Estado para servir a unos intereses que la universidad no deja claros ni explica en ningún momento.
Contra la segregación y la privatización en las facultades: ¡Luchamos!