Con motivo del Día europeo por la Igualdad salarial que se celebró ayer 22 de febrero, desde la Unión de Jóvenes Comunistas de España en Aragón denunciamos la discriminación constante que existe en relación con la brecha salarial entre mujeres y hombres.
La brecha salarial, o la diferencia en la remuneración anual bruta entre las trabajadoras y los hombres en España se situó en 2012 en el 23,93%. La diferencia más alta de los últimos cinco años en nuestro país.
Las trabajadoras en España cobraron de media en el año 2012, 19.537,33 euros anuales, una diferencia de 6.144,72 euros menos que los varones que percibieron de media 25.682,05 euros. Por lo que las mujeres tendrían que trabajar 79 días más al año para percibir el salario que recibirían si su trabajo fuera reconocido con el mismo valor económico que el de los hombres.
No podemos olvidar analizar el tipo de jornada laboral desempañada mayoritariamente por mujeres. La jornada a tiempo parcial es desempeñada por mujeres en un 75,21 %.
España con un 33,7 % de brecha salarial entre quienes desempeñan su trabajo con una jornada a tiempo parcial, encabeza las diferencias de todos los países de la Unión Europea, dos millones de mujeres afectadas por esa discriminación salarial extrema, el 25 % de las trabajadoras españolas.
Además de la jornada de trabajo debemos analizar qué sectores son los más feminizados y en cuales se supera la brecha media del 23,9%. Debemos destacar lo sucedido con el sector educativo, el cual ha triplicado su brecha salarial en los últimos cinco años: en 2012 era del 11,83%, cuando en 2008 era del 4,1%. En esta actividad se concentran el 67% de los trabajos relacionados con la Educación en mujeres, siendo el tercer sector de ocupación.
Las trabajadoras en las actividades sanitarias y de servicios sociales que concentran el 77 % de esa ocupación, y segundo en ocupación de mujeres en nuestro país dejaron de percibir una media de mil euros anuales respecto al año anterior, 1.084 millones de euros que las trabajadoras de hospitales, residencias de ancianos y servicios sociales, no ingresaron en sus cuentas.
Estos datos nos deben llevar a reflexionar sobre los motivos y las razones por las que no se logra superar esa brecha, especialmente en España. A pesar del importante incremento de mujeres en el mercado de trabajo y de que las mujeres están hoy significativamente más preparadas seguimos teniendo más problemas para la incorporación a los puestos de trabajo en las mismas condiciones que los hombres.
Dista decir que las mujeres no perciben el mismo salario que los hombres principalmente porque no ocupan los mismos empleos, es decir, hay una segregación por sectores que nos concentra en ciertas actividades, y otra jerárquica en la cual se impide a las mujeres acceder a puestos de decisión y mejor remunerados. Además seguimos sin superar los estigmas culturales de los sectores masculinizados, así como la mitificación de que las mujeres son menos capaces para ciertas actividades.