¡NO al recrecimiento de Yesa! ¡Paralización e informe internacional ya!
La Juventud Comunista apoyamos la manifestación de este sábado 27 de Mayo en Iruña-Pamplona, convocada conjuntamente por asociaciones y partidos de Aragón y Nafarroa para pedir la paralización del recrecimiento de Yesa hasta la elaboración de informes internacionales que garanticen la seguridad de las obras
El pantano de Yesa con su construcción en 1959 significó la condena a muerte de pueblos y tierras fértiles en beneficio de otros territorios. Consecuencia de ello fue el desplazamiento forzado de 1.500 personas en el histórico eje de comunicaciones que es la Canal de Berdún. Y no solo allí, se forzó también el desplazamiento de todo el valle de la Garcipollera, situado aguas arriba, por la ocupación de pino de sus tierras de cultivo y forma de vida para evitar la erosión y colmatación del embalse.
Desde 1984, la Confederación Hidrográfica del Ebro plantea un recrecimiento que triplicaría su capacidad, inundando 2.400 hectáreas de cultivo. Esto significa la emigración de 400 personas de los pueblos Artieda y Mianos por no tener otra forma de vida al desaparecer sus campos bajo las aguas de un pantano, además de la desaparición del pueblo de Sigüés, que se ahogaría bajo Yesa.
El recrecimiento de Yesa supone un impacto social, medioambiental y económico. Pero también supone un riesgo para poblaciones como Sangüesa e incluso Zaragoza. La actividad sísmica de la zona (no reconocida por los proyectos oficiales) y las características de los materiales donde se asienta el vaso hace que sea un proyecto inestable, que hasta la CHE reconoce aplicando su plan de emergencias desde hace cuatro años. Y aunque se han producido deslizamientos de la ladera izquierda del pantano desde hace años, el Estado Español sigue apostando por hacer efectivo el recrecimiento, ya que los intereses de efectuar esta construcción están ligados a la producción hidroeléctrica y al negocio que las empresas constructoras como ACS, FCC y Ferrovial, ignorando las afecciones sociales y medioambientales que el recrecimiento tiene.
La condena de espacios de montaña para la puesta en regadío de miles de hectáreas de cultivo es incompatible con una ordenación del territorio lógica. La destrucción de ecosistemas, de formas de vida, de dinámicas fluviales y el exilio de centenares de personas no es el modelo por el que apostamos la UJCE, y decimos claro que estamos en contra del recrecimiento de Yesa, y la construcción de cualquier embalse que condene y ahogue el futuro de cualquier pueblo, valle o lugar.
Desde la UJCE sostenemos una planificación hidrológica sostenible, con la conservación del agua como recurso. El desarrollo no puede partir de la destrucción de pueblos, valles, ríos, valores culturales y formas de vida. Debemos establecer un modelo de desarrollo solidario interterritorialmente y sostenible, en contra de actuaciones como la de Yesa, Biscarrues y tantos otros proyectos del Plan Hidrologico Nacional. Nosotras luchamos por un desarrollo equitativo de todos los pueblos, frenando los procesos de despoblación, independientemente donde estos se encuentren. En definitiva, dicha política debe contribuir a crear nuevas oportunidades de empleo y mejorar la calidad de vida de los pueblos estableciendo mecanismos que garanticen el uso sostenible del agua y eviten la desertización.