Estos meses veremos – si no hacemos nada por evitarlo- un nuevo ataque dirigido hacia los y las trabajadoras; una nueva ofensiva del Gobierno contra los que venden su fuerza de trabajo, un nuevo intento de reducir el salario de la clase obrera (en este caso el salario diferido) para entregarlo a manos privadas. Una vez más, la clase gobernante pretende dar un nuevo golpe contra las pensiones.
Y es que en los últimos tiempos, las pensiones han sido uno de los objetivos fundamentales de los distintos gobiernos de la burguesía. Ya el PSOE implementó una reforma que alargaba el tiempo de cotización y retrasaba la edad de jubilación hasta los 67 años. Es ahora el PP el que pretende reducir la cuantía de estas, llevando a cabo una contrarreforma que afectará tanto a los que aún no han generado derecho a una pensión (la juventud), como a los que la están generando o ya la generaron (trabajadores en activo y jubilados).
Este nuevo recorte dirigido a la clase trabajadora pretende reducir una vez más la cuantía de las pensiones, desvinculándola del aumento de los costes de la vida y consiguiendo así que se vean reducidas notablemente tanto las contributivas como las no contributivas.
Todo esto basándose en un informe de supuestos “expertos” vinculados a la banca y a sectores de la oligarquía con intereses puestos en el desmantelamiento del sistema público de pensiones.
Ésta podrá ver crecer los beneficios obtenidos a través de planes de pensiones privados y que se produzca una redistribución de la renta profundamente desigual que perjudica gravemente a los pensionistas presentes y futuros.
Basándose en mentiras acerca de la “sostenibilididad de las pensiones” y de cuestiones demográficas, y sin tener en cuenta el factor de la productividad nos pretenden decir que el sistema público de pensiones está acabado. Nada más lejos de la realidad. España es uno de los países que menor porcentaje de su PIB destina a las pensiones (siendo el 10% frente la media de la eurozona está en el 12,2%) y, según los propios organismos de la UE que instan a rebajar su cuantía, no llegaría al porcentaje que hoy destina Alemania hasta el 2030.
Los jóvenes seremos uno de los colectivos más afectados por esta contrarreforma, ya que pretende dificultar el acceso a una pensión pública aún más si cabe, y para nosotros y nosotras, que cada vez nos incorporamos más tarde al mercado laboral y para los que nos es prácticamente imposible cotizar los 37 años necesarios para cobrar la pensión completa, supone un ataque del que veremos los efectos después de toda una vida de contratos precarios y mal pagados.
Siendo como somos unos de los principales afectados, no debemos dejar que una vez más pretendan robarnos nuestro futuro. Es momento de defender lo que es nuestro, es momento de una nueva Huelga General.
Las pensiones en el socialismo
Mientras que la mayoría de la población española ve peligrar su futuro por el ataque perpetrado contra las pensiones, debemos remontarnos a otra épocas y a otros lugares para poder contar con elementos comparativos que nos señalan una vez más la superioridad del socialismo con respecto al capitalismo.
URSS
Si nos dirigimos hacia el este, podemos comprobar el enorme salto que se produjo en las pensiones y en las garantías sociales con las que contaban las personas receptoras de estas prestaciones. En la Unión Soviética estaba garantizada la jubilación a los 55 años en mujeres y a los 60 en hombres, con 20 y 25 años de antigüedad respectivamente. Además de esto, las pensiones se financiaban directamente por el Estado, sin que el trabajador pagase de manera directa ningún impuesto.
RDA
Muy similar era la política en cuanto a pensiones en la República Democrática Alemana, donde también se aseguraba para todos los ancianos un sustento digno amparado por el propio Estado, además de una protección sanitaria cubierta al 100%. Los comedores públicos de la organización Volkssolidaritát aseguraban el sustento de los ancianos, y los hogares de ancianos no costaban más del 30% de su pensión.
CUBA
Si nos dirigimos hacia Cuba, la situación en la que se encuentran los trabajadores jubilados también es buena, además de contar con uno de los sistemas de seguridad social más avanzados del mundo. Para acceder a una jubilación se requieren de 30 años trabajados – lo que es bastante sencillo en un país con pleno empleo- y la cuantía de la pensión se calcula en función de los 5 mejores años de salario en un periodo de 15 años.
Como podemos comprobar, la necesidad de avanzar hacia el socialismo se convierte ya en nuestros días en una cuestión ineludible. Para los millones de trabajadores y trabajadoras de nuestro país que estamos viendo peligrar nuestras pensiones, no nos queda más alternativa que la construcción de un nuevo sistema que nos asegure la protección social.