En una situación de crisis de régimen en la que nos encontramos y sumándole una crisis del capitalismo, el papel de la juventud ha de ser un papel trasformador con la realidad social en la que nos ha tocado vivir. Dicha transformación no tiene que venir de una serie de élites, sino que tiene que ser hecha y organizada por el propio motor de la transformación: la juventud.
En estos momentos, por parte del Partido Popular y de cara a las elecciones generales que se celebrarán el 20 de diciembre, han mandado escribir desde el Ministerio de Educación una especie de “ensayo en blanco” para tener cerrado un supuesto gran pacto de estado por la educación.
Que hay una necesidad de un gran pacto por la educación es algo innegable, pero lo que no se puede permitir es que se esté elaborando desde una postura personalista, acorde a la clase dominante que pertenecen. Este gran pacto por la educación ha de ser hecho y dirigido por la propia comunidad educativo en su conjunto, promulgando una serie de valores como el laicismo, la coeducación, el humanismo, el republicanismo, etc. Por todo ello, un gran pacto por la educación no lo constituyen los diferentes partidos políticos representantes de las clases dominantes, sino que su elaboración debe ser desde la apertura de un proceso constituyente por la educación en el que participe toda la comunidad educativa.
Por todo ello, desde la Juventud Comunista en Castilla-La Mancha reivindicamos el papel trasformador de la juventud y exigimos que toda la comunidad educativa sea participe y creadora de esa nueva educación, eliminado las mercantilización de la educación y haciendo una verdadera educación pública.