A raíz de la sentencia del procés y los posteriores disturbios en las calles de Barcelona y Catalunya, en general, hemos visto como el Gobierno encabezado por el PSOE ha optado por la respuesta represiva, algo que entra dentro de la lógica de mantenimiento del Régimen del 78, pues esa “Unidad Nacional” es uno de los pilares que lo sostienen. Desde entonces, hemos sido testigos de cómo los partidos más reaccionarios pedían mayor represión hacia los manifestantes y el endurecimiento de las penas de los presos políticos, y Castilla – La Mancha no se ha quedado atrás.
En nuestra región desde el propio Gobierno en manos del PSOE con García-Page como Presidente hemos podido observar cómo desde hace una semana su discurso giraba en torno a la condena de la violencia en las calles y en apoyo a la Policía Nacional y Guardia Civil allí destinada, aprobando en las Cortes mociones donde se criminaliza las movilizaciones o apoyando concentraciones convocadas por Sindicatos Policiales cuyas posturas podríamos calificar de cercanas a la extrema-derecha.
¿De verdad el gobierno de Castilla-La Mancha habla de violencia? La violencia está intrínseca en el Régimen putrefacto en el que vivimos, y nosotras como jóvenes y trabajadoras castellano-manchegas la vivimos día a día: agresiones y asesinatos machistas, maltrato del río Tajo, estudiantes que no pueden pagar tasas o material escolar, y no nos olvidemos del paro, la precariedad o la alta mortalidad laboral. Esto es violencia y está ocurriendo aquí, mientras, García-Page se preocupa por lo que pasa a cientos de kilómetros de nuestra región.
Por todo ello, desde la Juventud Comunista en Castilla-La Mancha nos solidarizamos con el pueblo de Catalunya que ha sufrido la represión del Estado en estas jornadas de movilización. Y, por último, condenamos todas estas declaraciones y posturas que está tomando el Gobierno de nuestra región en vez de ocuparse de las problemáticas que atañen a la clase trabajadora de nuestra región.
Frente al Estado que nos reprime y nos condena a una vida de miseria, un solo camino: República, autodeterminación y Socialismo.