Este año el Día Mundial de la Salud coincide con una de las coyunturas más delicadas en lo que a la salud se refiere. El COVID-19 está golpeando en todo el mundo, causando un gran dolor a miles de personas. Desde la Federación Mundial de la Juventud Democrática queremos enviar todo nuestro apoyo a nuestros camaradas, amigos, amigas y a todas aquellas personas que tanto están sufriendo en estos difíciles momentos. Nos acordamos especialmente de aquellos pueblos que afrontan esta crisis sanitaria desde países que sufren las ofensivas del Imperialismo o la ocupación, teniendo que afrontar esta pandemia con esa dificultad añadida. También nos acordamos de aquellos presos y presas políticas a las que el Imperialismo y las clases dominantes mantienen en cárceles, poniendo en riesgo su salud ante esta pandemia.
Si algo está evidenciando esta crisis sanitaria es lo que desde la FMJD llevamos años denunciando, y que en nuestra 20ª Asamblea General reiteramos. Esto es, se ha dado un proceso de privatización de la sanidad pública, de hospitales, de centros de salud, etc. que ha conllevado un deterioro de las condiciones de vida de la juventud y de la clase trabajadora. Las consecuencias de estas privatizaciones las estamos sufriendo hoy en día, con un sistema de salud deteriorado que está teniendo problemas para poder atender en las mejores condiciones posibles a las personas enfermas por el COVID-19.
Esta pandemia también está poniendo sobre la mesa los intentos de las clases dominantes de, una vez más, hacer que los pueblos carguen con las consecuencias de la crisis económica que seguramente se genere por el COVID-19. Las clases dominantes se muestran más preocupadas por mantener sus beneficios que por las vidas y la salud de la clase trabajadora. No dudarán en hacer que paguemos, otra vez, sus crisis. No lo permitiremos.
Pero esta crisis también está evidenciando algo positivo: la juventud y la clase trabajadora organizada tiene la capacidad de plantar cara a cualquier situación. Somos el motor de la sociedad. Jóvenes y trabajadores de todo el mundo están organizándose para atender a personas enfermas, ayudar en las tareas de desinfección, facilitar la cuarentena a personas mayores o con problemas de movilidad, etc. Por ello, queremos agradecer toda esta solidaridad. Nunca olvidemos que es la juventud y la clase trabajadora quien sustenta esta sociedad, y que en nuestras manos reside la capacidad de decidir el rumbo del mundo.
No podemos olvidar tampoco el papel que algunos países como Cuba están teniendo en esta crisis sanitaria. A pesar de sufrir las ofensivas del Imperialismo, un bloqueo criminal y demás dificultades, están mostrando al mundo su compromiso con la solidaridad internacional enviando médicos y salvando vidas allá donde se les necesite. Este papel es especialmente destacable, sobre todo si lo comparamos con cómo en los países de la OTAN, la Unión Europea y otras fuerzas imperialistas se está dando una «guerra de rapiña».
Por todo esto, en este Día Mundial de la Salud caracterizado por el COVID-19, la FMJD volvemos a exigir un sistema sanitario público y que garantice una vida sana a la juventud y a los pueblos del mundo. Que tras esta crisis sanitaria, sean los pueblos quienes protagonicen el futuro del mundo.