Ante los acontecimientos de los últimos días, desde la Juventud Comunista queremos enviar nuestro fraternal abrazo a los pueblos en lucha del Líbano y Chile, en especial a nuestros/as camaradas de la Unión de la Juventud Democrática del Líbano y las Juventudes Comunistas de Chile.
Desde nuestras latitudes observamos con expectación y ánimo el levante popular que los pueblos del mundo vienen protagonizando durante los últimos meses. Si hace tan solo unas semanas seguíamos las movilizaciones en Ecuador, ahora nuestras miradas se fijan en la batalla que se libra en las calles de Chile y Líbano.
Encontramos un denominador común en las reivindicaciones que llevan al pueblo trabajador a salir a las calles, que tiene que ver con la defensa de los intereses de nuestra clase frente a una nueva oleada de ataques económicos. Es la antesala de la crisis global que se cierne sobre el sistema capitalista, quien ya prepara el terreno para una nueva escalada de medidas neoliberales que le permita recomponerse y mantener los privilegios de los capitalistas.
Así, mientras la burguesía continúa aumentando sus beneficios y desarrollando su política expansionista que condena el futuro global del planeta, los y las trabajadoras vivimos la entrada de nuevas medidas que merman nuestras condiciones de vida. En Ecuador, Moreno puso sobre la mesa el recorte de subsidios a combustibles, en Chile Piñera quiso aumentar el precio del metro y en el Líbano las calles se llenan de personas contra la subida de impuestos. Sin embargo, sabemos que no se trata de hechos puntuales y medidas concretas, sino del rumbo neoliberal que pretenden establecer como futuro para nuestros países.
Por esta razón, creemos que es momento de estar en las calles más que nunca, tal y como siempre lo hemos estado, canalizando la rabia popular hacia la necesaria superación del modelo actual que nos condena a la miseria y a la precariedad.
Tampoco queremos olvidarnos de la represión que los gobiernos títeres de la oligarquía utilizan como herramienta para intentar amedrentar a nuestros pueblos. Condenamos enérgicamente la brutalidad policial, que ya deja varios muertos y cientos de heridos. Desde aquí nos solidarizamos con todas las personas que están sufriendo la represión.
A nuestros hermanos y hermanas del mundo les enviamos todo nuestro ánimo para seguir en su lucha contra el gobierno y les deseamos los mayores éxitos en la defensa de los intereses del pueblo.
¡Viva el internacionalismo proletario!