Este último año, ha sido un año muy duro para la clase trabajadora. Hemos vivido confinadas, con restricciones en nuestra vida social, mientras teníamos que seguir yendo a currar en desastrosas condiciones sanitarias.
Una vez más, somos las jóvenes de clase obrera las que volvemos a pagar por otra crisis más. Hemos sufrido los ERTE que en muchos casos han acabado en despidos, reducciones de jornadas, aumentos en los alquileres, mientras vemos como las más privilegiadas ven como, poco a poco, sus vidas vuelven a una realidad más parecida a esa vieja normalidad.
Estos meses hemos tenido que aguantar como las instituciones políticas y económicas del Régimen del 78 han seguido volcándose en salvaguardar los intereses de la oligarquía, mientras que éramos y seguiremos siendo nosotras quienes paguemos las crisis. Frente al futuro de miseria que nos ofrece el Régimen del 78, es nuestro deber proponer alternativas para la juventud trabajadora.
Este último año no ha sido diferente, sino que hemos visto como todo espacio público es aprovechado para defender las estructuras del Régimen del 78, siendo la monarquía una de las principales instituciones sustentadoras del mismo. Hemos visto cómo las infantas se vacunaban en Abu Dabi mientras nuestros mayores no podían aún recibir las vacunas; cómo los reyes eméritos se llenaros los bolsillos a nuestra costa y siguen sin pagar.
Mientras ellas tienen vacaciones en la costa o se van a estudiar a grandes colegios privados en el extranjero, nosotras tenemos un desempleo del 40% en menores de 25 años, compañeras que no han podido recibir una educación como la que se merecían porque sus condiciones materiales no les han permitido disfrutar de la teledocencia, compañeras que han sido despedidas después de meses de ERTE, compañeras que han sido desahuciadas o que no se pueden seguir costeando unos alquileres estratosféricos.
Frente a una monarquía heredera del Régimen franquista, y como máxima expresión del Régimen del 78, es necesario que, desde abajo, desde cada localidad, desde cada centro de estudios y de trabajo nos organicemos. Nos organicemos no para un cambio simplemente de Jefe de Estado, sino para construir una república para todas que respete el derecho de autodeterminación de las naciones y valorice el carácter plurinacional y plurilingüístico de nuestro país.
Una república que nos permita avanzar hacia una sociedad libre, una sociedad socialista. Y esto, solo podemos hacerlo construyendo Poder Popular, para poder construir nuestra República.