Las transnacionales ordenan, la UE acata, la Clase Obrera pierde
Secretaría de Comunicación del PCE – 17 feb 17
En los últimos meses, especialmente tras la victoria del Brexit en Reino Unido, se expande notablemente la idea de que la Unión Europea está en crisis. Ted Malloch, embajador ante la UE de la Administración Trump, auguraba recientemente el colapso de la Unión y el euro para 2018. Asimismo, la ultraderecha europea encabezada por Marine Le Pen es quien está abanderando actualmente el discurso “euroescéptico”. Es notable el crecimiento de la extrema derecha en prácticamente todos los países europeos, con un discurso basado exclusivamente en la crítica a la UE y la oposición a la llegada de refugiados. Pero, ¿es esta impugnación a la UE una novedad? El PCE e IU, con Julio Anguita a la cabeza, ya advirtieron hace más de dos décadas de las consecuencias que tendría la aplicación del Tratado de Maastricht. El resultado en forma de pérdida de derechos, capacidad industrial o poder adquisitivo de la clase trabajadora son ahora un hecho.
Ayer se aprobó el CETA con los votos a favor del PP, PSOE y Ciudadanos, un tratado que desde el PCE y la juventud comunista se ha denunciado junto a multitud de movimientos sociales, “por lesivo a los derechos de los y las trabajadoras, su salud y el medio ambiente”.
La firma de este acuerdo se ha desarrollado en el último trimestre aprobándose en la gran mayoría de parlamentos europeos, con la única oposición del parlamento regional de Valonia, lo que retrasó su aplicación y generó esperanzas para frenarlo institucionalmente. Tras la presión, el parlamento valón consintió el acuerdo y se inicia ahora su aplicación provisional. El PCE y la UJCE consideran la aplicación del CETA una prueba más de la incompatibilidad entre la pertenencia a la Unión Europea y la soberanía popular para una salida de la crisis en favor de la mayoría social trabajadora e insta a una respuesta masiva en forma de movilizaciones para frenar su aprobación en los parlamentos nacionales.
Estos días asistimos también al conflicto de los estibadores, que tiene su raíz en una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que insta a liberalizar el sector. Una vez más nos encontramos ante un ataque hacia los derechos de los trabajadores desde instancias europeas, que se suma al progresivo deterioro de nuestro tejido industrial, unido al desmantelamiento del sector agropecuario. Esto no es más que la constatación de que el proceso de integración europeo ha estado diseñado desde un inicio únicamente para el beneficio de las oligarquía europeas, además de estar formulado bajo mecanismos antidemocráticos.
Por todo ello, desde el Partido Comunista de España y la Juventud Comunista nos reafirmamos en nuestra posición por la ruptura con la UE y el euro y la recuperación de la soberanía política y económica como medio para garantizar los derechos de los y las trabajadoras y avanzar hacia el Socialismo.