Enmarcamos este nuevo número del suplemento de la Revista agitación en el comienzo de curso 2014/2015, donde las consecuencias de los ataques a la educación son mucho más palpables a todos los niveles y se nos presenta un avance de estas contrareformas neoliberales que se muestran insaciables en la reconversión del sistema educativo.
Por un lado, hablando de los efectos sobre el sistema universitario comenzamos el curso con el dato de que las universidades públicas han registrado 45.241 alumnos menos en los dos últimos años (-3,3%) después de varios consecutivos de crecimiento de las matriculaciones. Este es un dato que marca un cambio de ciclo en el acceso a la educación superior y se debe principalmente a las repetidas subidas de tasas y el recorte en becas. En este marco en el que cada vez más estudiantes quedan fuera de la universidad, conduce inevitablemente a que las nuevas promociones de estudiantes sean cada vez más reducidas, contando también con el filtro elitizador que supone la reforma de selectividad, bachillerato, LOMCE y FP. Esto abre una fase en la que se da la opción, como solución al problema, de fusionar universidades y cerrar otras.
De cara a este nuevo curso también estamos viendo como se plantea cada vez de forma más directa el endeudamiento universitario como solución a los problemas del sistema de becas. Algo que ya hemos analizado en artículos anteriores de esta revista.
A nivel de Enseñanzas Preuniversitarias se hace notar una mayor matriculación de estudiantes en ciclos de Formación Profesional (FP) como alternativa al difícil acceso que hay a los estudios superiores y como consecuencia de que cientos de personas están dejando la universidad para matricularse en módulos de FP.
Pansando a hablar de reformas, el Consejo de Ministros ha dado luz verde al Real Decreto por el que se establece la normativa básica de los procedimientos de admisión a las Enseñanzas Universitarias Oficiales de Grado, que acabará con la Selectividad en el curso 2017/2018, primer año académico en que los estudiantes no existirá dicha prueba. Con este Real Decreto son las Universidades las que determinan, de conformidad con distintos criterios de valoración, la admisión a estas enseñanzas de aquellos estudiantes que hayan obtenido la titulación que da acceso a la Universidad. Así se abre paso el sistema de competitividad entre universidades y centros de estudio de primera y segunda clase, estableciendo cada universidad unos criterios que afectarán directamente a las condiciones socioeconómicas del estudiantado, dependiendo también del centro de estudios preuniversitarios del que procedan.
Respecto a la reforma del sistema universitario, que parte del Informe de expertos de universidades,ya se están dando avances en la hoja de ruta de cambio de modelo educativo que venimos anunciando hace años. El ministerio ya ha comenzado a hablar de los grados de 3 años, una segunda fase de reforma de la estrategia universidad 2015 que se pretende implantar dando libre albedrío a las universidades para que se de el proceso de forma descentralizada y con una menor repercusión. Así el titular que presentan se entiende como que el Ministerio de Educación permitirá que aquellas universidades que lo soliciten puedan cambiar la estructura de sus titulaciones de los actuales 4+1 (cuatro años de grado y uno de máster) por la de 3+2 (tres años de grado y dos de máster). Esto es una depuración de contenidos de la enseñanza superior, dejando la formación como algo enfocado al trabajo de forma generalista que pueda centrarse en determinadas empresas mediante sus másters especializados.
Tenemos una tarea fuerte por delante, es concienciar de que hay que plantar alternativa a estas reformas, el movimiento estudiantil y educativo necesita tener un proyecto de modelo educativo como alternativa al modelo capitalista que no admite que la juventud obrera acceda a la educación en igualdad de condiciones. Necesitamos un sistema educativo que nutra al pueblo y sea una fuente de conocimiento que permita un asociedad crítica, formada y que no se deje engañar.
En definitiva necesitamos otra educación para otra sociedad y otra sociedad para otra educación. Y sobretodo, unidad en la lucha para vencer.
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