Intervención de Xavi García, Secretario General de la UJCE, en el simposio sobre la cuestión de las y los refugiados en el 29º Festival de EDON (Chipre).
El papel y la implicación de la OTAN y la UE en la cuestión de las y los refugiados
Durante los últimos meses, la cuestión de las y los refugiados se ha convertido en una de las principales expresiones del imperialismo. El desarrollo de la guerra, basada en los intereses políticos y militares de la UE y EEUU, y de otros estados como Arabia Saudí y Turquía, ha traído miseria, desplazamientos y destrucción alrededor del mundo, pero principalmente en el norte de África y Oriente Medio.
Sin embargo, sería un error afirmar que esta realidad ha supuesto un cambio en la naturaleza de las coaliciones imperialistas como la UE o la OTAN. Las organizaciones revolucionarias han llamado la atención sobre el desarrollo de estas consecuencias, dada la esencia de estos espacios económicos y militares . Nunca ha habido ninguna duda de que las agresivas políticas de criminalización y contención de inmigrantes son una de las tareas de estas fuerzas imperialistas como la UE. La cuestión de los refugiados es de hecho la expresión más dura de esas políticas.
El papel de la UE y EEUU en Oriente Medio y África, desestabilizando gobiernos, financiando el terrorismo y luchando por el control de los recursos de esas áreas está fuera de duda. La experiencia de países como Iraq, Afganistán, Libia, etc… aporta suficientes pruebas de las consecuencias de las intervenciones políticas y militares
La política de inmigración de la UE, por ejemplo, siempre ha consistido en atraer fuerza de trabajo necesaria, bien debido a las exigencias de la producción, bien para incrementar la competencia entre trabajadores nativos e inmigrantes. Esta política ha desarrollado también la instrumentalización de los inmigrantes para crear un “enemigo” interno y evitar la unidad de la clase trabajadora en la lucha contra el capitalismo. En lo concerniente a la migración intra-Europea, la falsa libertad de movimiento ha sido siempre la libertad de movimiento capitalista, y la libertad de movimiento de la fuerza de trabajo necesaria para satisfacer las necesidades del capital. Bélgica, durante 2013, expulsó a 4812 ciudadanos europeos, argumentando la “excesiva carga” para el Estado. Más de la mitad de los miembros de la UE practican esas expulsiones. La UE no esconde la naturaleza real de este argumento, y la Directiva 2004/38 afirma: “Siempre que los beneficiarios del derecho de residencia no se conviertan en una carga excesiva para la asistencia social del Estado miembro de acogida no deben ser expulsados”.
Por otra parte, la UE siempre se ha beneficiado de la inmigración proveniente de fuera de la Unión. El uso de “inmigrantes ilegales” incrementa los beneficios de los capitalistas de Europa. Estos trabajadores sufren la explotación más dura, y no están cubiertos por los derechos laborales básicos. Mientras la burguesía hace uso del discurso racista para desmantelar la lucha de clases de los trabajadores, sacan provecho de la situación de los inmigrantes.
En lo concerniente al asunto de la inmigración externa y el control de las fronteras, la agresividad de las políticas de la UE está fuera de dudas. El desarrollo de Frontex como la agencia europea de control de fronteras, ha derivado en la construcción de Europa como una fortaleza, Por ejemplo, las acciones llevadas a cabo por la policía española muestran la falta de preocupación por los derechos humanos. En 2014, la Guardia Civil española, un cuerpo militar-policial, asesinó a 15 inmigrantes en las costas españolas, disparando incluso a algunos de ellos que trataban de llegar nadando a la costa.
Esta agresividad de la policía fronteriza, inherente a la naturaleza de la UE, como se ha visto, se refuerza para establecer las políticas en la crisis capitalista en contra de refugiados e inmigrantes. La propuesta de la Comisión Europea tiene la intención de facilitar el movimiento de la policía de fronteras a través de la UE, incluso sin la solicitud del Estado de destino. Esta voluntad refleja el carácter represivo de la UE sobre la cuestión de los refugiados, y evade la necesidad de un análisis más amplio de la influencia de las acciones imperialistas sobre esta cuestión. Los documentos internos de Frontex han defendido la idea de que los centros para inmigrantes deben ser centros cerrados, lo que significa, de hecho, el tratamiento de los inmigrantes como criminales, violando las normas mínimas del derecho penal.
En conclusión, tenemos que luchar contra algunos análisis que consideran la política de fronteras actual de la UE como una anomalía. La política de la Europa-fortaleza ha sido la piedra angular de la UE. Esta alianza imperialista siempre ha construido su estructura y siempre ha orientado su política con el fin de asegurar la maximización de la ganancia. La tolerancia de la «inmigración ilegal» durante la etapa ascendente del capitalismo es la otra cara de la política de refugiados. En ambos casos, el objetivo principal ha sido el mismo, y es por eso que hay que señalar que la UE nació, ha crecido y hoy en día está actuando en beneficio del imperialismo.