Publicado en el número 18 de Agitación
En diciembre del pasado año el Gobierno remitió a la UE el Plan Nacional de Implantación de la Garantía Juvenil en España, que ya se está empezando a poner en marcha y que vuelve a ahondar en una serie de medidas destinadas a precarizar aún más el mercado de trabajo y a continuar con la ofensiva ideológica en pos del “emprendimiento”.
La Unión Europea puso en marcha el año pasado la llamada Garantía Juvenil que, según las palabras contenidas en el texto, pretende que “todos los jóvenes menores de 25 años reciban una buena oferta de empleo, educación continua, formación de aprendiz o periodo de prácticas en un plazo de cuatro meses tras acabar la educación formal o quedar desempleados”.
A este fin se destinó desde la Comisión Europea una partida de 6.400 millones de euros (de los que 1.887 corresponden a España), o lo que es lo mismo, una cantidad igual al 2,5% de lo asignado al rescate de Grecia o el 15% de lo gastado en el rescate bancario en España, lo que demuestra qué es lo que realmente preocupa a los mandatarios europeos. No son los 5,6 millones de jóvenes desempleados los que preocupan en las instituciones de Bruselas, sino el seguir aumentando los beneficios de los monopolios europeos.
Dentro de este Plan, que en nuestro país va enmarcado dentro de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, se incluyen una serie de medidas que, lejos de reducir las altas cifras de desempleo, va a favorecer a los intereses de las grandes corporaciones poniendo a su disposición a un ejército de jóvenes a un precio bajo y con unas condiciones de trabajo precarias, además de promover la “movilidad interna” en el seno de la eurozona motivando así un crecimiento aún más importante de la emigración desde nuestro país.
Una de las principales medidas es la de favorecer el llamado “emprendimiento” o autoempleo y que también se enmarca en la gran campaña mediática y educativa destinada a hacer creer en una falsa reentrada al mercado de trabajo.
Sin embargo, las cifras demuestran que los pequeños negocios están siendo arrasados por la competencia de las grandes empresas, y que la creación de nuevos autónomos solo facilita a las empresas el tener empleados/as que, además de pagar sus propios impuestos son prescindibles de manera automática y sin coste de ningún tipo.
Gran parte de los fondos destinados por la UE y por el Gobierno a esta Garantía Juvenil van destinados a las bonificaciones a las empresas que contraten jóvenes, sin necesidad de mantener el empleo y utilizando diversas fórmulas que en realidad fomentan la rotación de puestos de trabajo y la bajada de salarios, así como apuestan por la temporalidad y la inestabilidad. A través del empleo de contratos de Formación y Aprendizaje, las empresas se aseguran una buena remesa de trabajadores/as temporales y con gran inestabilidad recibiendo para ello ayudas del Estado.
En la dinámica de estos años, también las ETTs continúan ganado terreno situándose como agencias de colocación y, a través de la mediación, embolsándose una gran cantidad de los fondos europeos y estatales, tal y como van a hacer también otras empresas destinadas a la formación. Todo esto se puede resumir en que los capitalistas de los diferentes sectores empresariales con relación con este Plan, pasarán a aumentar sus arcas una vez más.
Podemos así corroborar que la única iniciativa puesta en marcha a nivel europeo para paliar el desempleo juvenil es en realidad una nueva estafa vertebrada en torno a unas falsas premisas y a unos intereses que distan de ser favorables para la juventud, y que por ello, la Garantía Juvenil en su expresión española lo único que puede garantizar es un futuro peor para los y las jóvenes de clase obrera.