Desde la Juventud Comunista y el Partido Comunista en Madrid celebramos que al fin se reconozca a los riders como lo que son: falsos autónomos de los que se aprovechaba Glovo.
Glovo tenía a sus trabajadores como falsos autónomos valiéndose de la «cultura del emprendimiento» haciendoles perder no solo sus derechos individuales como trabajadores, tambien impedía que se valiesen de herramientas de lucha colectiva como la libertad sindical o el derecho a huelga.
¡Glovo buscaba reducir costes todos los costes posibles en la producción, obligando a sus trabajadores a perder su condiciones de trabajadores a efectos legales!
El reconocimiento de los riders como falsos autónomos es un primer paso necesario pero no hemos de quedarnos ahi, la organización en nuestros centros de trabajo es un factor imprescindible para defendernos colectivamente frente a la ofensiva neoliberal.
¡POR UN SINDICALISMO DE CLASE Y COMBATIVO!