Publicado en el número 18 de AGITACIÓN
El proximo 25 de mayo se celebraran las elecciones al parlamento europeo, que se encargara de regir formalmente los posicionamientos y las acciones del polo imperialista que es la Union Europea. Desde ya se estan moviendo las posibles combinaciones para que esa escenificacion asegure la gobernabilidad europea que, con toda seguridad, se realizara a traves del acuerdo entre el bipartidismo europeo, al cual pertenece nuestro bipartidismo “patrio”, el Partido Popular Europeo y el Partido Socialista Europeo.
El funcionamiento del binomio institucional electivo europeo que concentra todos los poderes, el europarlamento y la Comision Europea, se rige en base al acuerdo entre los grupos del parlamento, donde, como decíamos, se da una estructura bipartidista similar a la del estado español, teniendo también una presencia destacable la familia politica de los iberales. Esta división de diferencias entre grupos es bastante ficticia, ya que en el fondo todos los grupos, a excepción del GUE/NGL (Izquierda Unitaria Europea, grupo al que pertenece IU y el resto partidos comunistas y de izquierda), siguen la lógica del capitalismo, en sus distintas versiones o más bien «apariencias».
Así, por ejemplo en pasadas legislaturas, siempre ha habido acuerdo para formar “gobierno” europeo, simbolizado en la Comisión, y presidida por el candidato del PPE, a cambio de concesiones al PSE en puestos claves, tal y como fue en 2009 la eleccion de la CE presidida por Durao Barroso con una “socialdemócrata” en un puesto clave como Alta Representante de Politica Exterior y Seguridad Común, Catherine Ashton, entre otras repartijas, a las que se suman también los liberales.
Las encuestas señalan a día de hoy una pérdida de hegemonía del PPE y un ascenso del PSE, así como del GUE y un mantenimiento de liberales, verdes y conservadores. Esta predicción sumada a la necesidad del PSE de recuperar posiciones de poder, ha hecho que se ponga sobre la mesa la posibilidad de tratar de lanzarse a formar su propia coalición con Verdes, parte de los liberales y parte del GUE (el sector más reformista). No obstante lo más seguro es que se repita la Gran Coalicion entre el PSE y PPE, con un presidente del partido mayoritario y con un AR del PESC del siguiente.
Este procedimiento electivo fue reforzado organizativamente y con poderes aumentados tras la firma del tratado de Lisboa, fortaleciendo institucionalmente a la UE como polo imperialista, a fin de tener mas capacidad de ejecucion de sus politicas contra la clase obrera bajo una apariencia democratica.
Nada más lejos de la realidad, las grandes coaliciones, la similitud de planteamientos económicos, el seguidismo a la política exterior de EEUU, el curriculum y perfil político y empresarial de los comisarios, sumado a los casi 30 mil lobbystas que trabajan para grandes monopolios, hacen de esta UE un elemento antidemocrático en el que para los comunistas solo cabe un papel defensivo y de denuncia, con la perspectiva de la salida de la UE y la construcción de un nuevo espacio de integración basado en el bienestar de la clase trabajadora.