Desde la Juventud Comunista en CyL lanzamos la campaña “En Castilla y León, organización comunista en cada centro de trabajo” con la que pretendemos poner el foco sobre la precaria situación que vive nuestra tierra, la cual ha sido relegada por el modelo productivo capitalista a la producción de materias primas baratas y a la recepción de turismo nacional y extranjero. Esta difícil situación económica se traduce en precariedad y despoblación. La juventud obrera, ante la imposibilidad de emanciparnos y ante la falta de oportunidades laborales, nos vemos obligados o bien a aceptar una condiciones laborales precarias e indignas o a abandonar nuestras ciudades o pueblos y emigrar en busca de un futuro “mejor”. Ante esta situación, la única solución pasa por la organización comunista.
Según el INE, Castilla y León perderá en los próximos 15 años al 10% de su población actual, lo que la convierte en la comunidad autónoma del Estado español que más población perderá durante este periodo. Por otra parte, en el último año más de 2700 jóvenes emigraron a otra comunidad autónoma. Esta imparable sangría poblacional no es fruto del azar, sino que obedece a la posición que ocupa la birregión dentro del sistema productivo español, relegada a despensa de la capital y a parque temático para el turismo. Así, podemos ver cómo las principales actividades productivas en Castilla y León se centran en el sector servicios, en la construcción, en el sector logístico/transporte, y, en menor medida, en un decadente sector industrial. También es destacable el peso del sector agrario, que si bien no es mayoritario tiene una importancia estratégica en la birregión y a nivel nacional, siendo productores y distribuidores de alimentos fundamentales en la estratégica industria alimentaria como carne, leche, cereales o remolacha.
En primer lugar, cabe destacar el mayor sector de la comunidad: el sector servicios. Los principales servicios que se dan en nuestra comunidad son la hostelería (principalmente bares y restaurantes) y la venta telefónica. La presencia de la juventud en el mismo es altísima, especialmente en la hostelería, que destaca por sus lamentables condiciones de trabajo: enorme temporalidad e inestabilidad, abusos laborales de todo tipo, como las horas extras obligatorias en jornadas laborales eternas y agotadoras, la cantidad de horas de trabajo sin cotizar…
Por otra parte, en el sector de la construcción, el cual se ha ido recuperando tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, destacan la proliferación de los falsos autónomos y de la economía sumergida, dos situaciones inevitables mientras siga existiendo el capitalismo, y que sufrimos mayoritariamente la juventud obrera. Asimismo también es destacable el incremento de los contratos a destajo en detrimento de los contratos por horas.
Otro de los sectores esenciales en Castilla y León es el sector logístico o de transporte, debido a la situación geográfica de nuestro territorio: conectamos Madrid con el País Vasco y con Francia, Galicia con el resto de la Península, por la comunidad pasa la antigua Ruta de la Plata y somos una de las principales entradas a Portugal. Se trata de un sector en auge, como podemos apreciar con la apertura o reforma de múltiples centros logísticos, especialmente en León.
La industria de nuestra comunidad está en claro retroceso, y en ella destacan la agroalimentaria y la del automóvil, concentrada entre Valladolid y Burgos, si bien también existen fábricas en Aranda, León, Palencia, Mirando o Briviesca. La juventud obrera que, a través de contratos temporales o por medio de subcontratas accedemos a puestos de trabajo en estas fábricas, nos enfrentamos a ínfimos salarios y a penosas condiciones laborales.
Por último, nos encontramos con la importancia estratégica del sector agrario en la comunidad. En este sector venimos observando cómo los bajos precios a los que los agricultores se ven obligados a vender sus productos está empujando al abandono de la actividad y a la concentración de las tierras. Por otra parte, observamos también cómo en las épocas de mayor producción, debido a la necesidad de mano de obra temporal, los dueños de las tierras contratan, a través de intermediarios, a jóvenes extranjeros que son explotados sistemáticamente.
Todo esto constituye un claro ejemplo de cómo la economía se pliega a los intereses de la Unión Europea, que convierte nuestro país en el granero y el bar de Europa. El desarrollo de un sector logístico en nuestra comunidad, junto con el progresivo desarme industrial responden exclusivamente a los intereses imperialistas europeos… Nuestra comunidad es solo una pieza más en el entramado comercial que une Portugal con el resto de Europa. Nuestras infraestructuras no se construyen pensando en nuestra tierra, de hecho la mala conexión sigue agravando los problemas del mundo rural, sino en los intereses económicos y políticos de los países ricos de la UE. Igual situación encontramos con la industria, desmantelada y reubicada por la burguesía castellana y leonesa pero que responde también a dinámicas promovidas por la UE, que desde los 80 ha promovido el declive industrial en el Estado español.
En definitiva, vemos cómo en Castilla y León existe un sistema productivo precario, insuficiente e incapaz de ofrecer una vida digna a toda su población, y especialmente a su juventud, a la que cual condena al desempleo (actualmente existe una tasa de desempleo juvenil del 36%), a la precariedad o a la emigración. Por todo ello, en Castilla y León, sólo el 16.9% de la población entre los 16 y los 29 años logra emanciparse.
Ante esta crisis constante a la cual nos condena el capitalismo, sólo nos queda la organización. En primer lugar, para luchar día a día por unas condiciones laborales adecuadas y por un sueldo digno, y en segundo lugar, para luchar, también día a día, por la destrucción del capitalismo, pues somos conscientes de que una vida realmente digna es incompatible con este sistema. No pararemos hasta que hayamos conquistado un futuro digno para la juventud trabajadora.
¡Afíliate a la Juventud Comunista! En Castilla y León, ¡organización comunista en cada centro de trabajo!