A partir del 1 de junio se celebra, un año más, la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en el Estado Español, también llamada Selectividad. Miles de estudiantes de todas las comunidades autónomas se enfrentan a una tirada de exámenes que tendrá una importancia vital para su ingreso en la Universidad. Según el discurso oficial, el del Régimen, la nota media es el parámetro determinante, pues a partir de ésta se asignan las plazas para cada grado. Pero este discurso se deja pendiente lo más importante: la cuestión económica.
SELECTIVIDAD 2016
¡Nuestros sueños no están a la venta!
¡Por una Universidad para todas!
A partir del 1 de junio se celebra, un año más, la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en el Estado Español, también llamada Selectividad. Miles de estudiantes de todas las comunidades autónomas se enfrentan a una tirada de exámenes que tendrá una importancia vital para su ingreso en la Universidad. Según el discurso oficial, el del Régimen, la nota media es el parámetro determinante, pues a partir de ésta se asignan las plazas para cada grado. Pero este discurso se deja pendiente lo más importante: la cuestión económica.
La situación de la Universidad pública es preocupante. Los recortes en educación del gobierno central están produciendo graves problemas en el desarrollo de la educación superior: disminución de la tasa de reposición de profesorado, empeoramiento del estado de las infraestructuras, expulsión de las estudiantes de las aulas por la disminución de becas y el endurecimiento de sus criterios, etc. A esto se suman otros factores, como la aplicación inminente del Real Decreto del 3+2, que reduce la duración de los grados de 4 a 3 años y amplía la del máster de 1 a 2; pero en nuestro país los créditos de máster son hasta un 67% más caros que los de grado.
Desde el inicio de la crisis económica los ataques a la educación pública han sido persistentes e incansables por parte del Régimen. Nos encontramos con que se intenta privatizar la educación desde una doble vía. Por una parte, introduciendo a las entidades bancarias y empresas privadas en su seno, convirtiéndola en un nuevo nicho de mercado como también ha pasado con la sanidad. Por otra parte, se hace funcionar a la educación bajo la lógica del mercado, estando siempre presentes las máximas de competitividad y emprendimiento en las aulas. La Universidad es prueba fehaciente de ello: desde la la externalización y privatización de servicios (cafeterías reprografías) o el auge de las becas préstamo y el mecenazgo, hasta la presencia de entidades del Banco Santander en los campus y de otras empresas privadas en el Consejo Social, o la normalización de las prácticas en empresa no remuneradas…
Durante los próximos días, miles de jóvenes se enfrentan a una prueba que supuestamente les determina el ingreso en la Universidad, cuando realmente no es así. Lo que determina el ingreso a la universidad son los motivos económicos. Por un lado, no podemos olvidar que realizar la PAU cuesta desde 75 hasta 130 euros, según la comunidad autónoma. Con esto, un curso habitual de grado (60 créditos) cuesta entre 870 y 1.323 euros anuales, dándose los precios más bajos en comunidades como Galicia, Cantabria o Andalucía y los más altos en Madrid, Castilla y León y Cataluña, alcanzando los 2.372 euros en esta última. Y no es sólo los gastos de matrícula, sino que va más allá: transporte, manutención, alojamiento, etc. Todo indica que la Universidad se está volviendo a blindar, y pretenden apartarnos nuevamente a las estudiantes de origen obrero.
Así, desde la Juventud Comunista denunciamos la situación que vive la Universidad pública en el Estado Español. Defendemos una Universidad pública y de calidad, que aspire a ser gratuita, de y para las clases populares. Reivindicamos unas aulas en las que quepamos todas, en las que se enseñe a pensar y no a obedecer. Exigimos una Universidad feminista, en la que la mujer pueda desarrollarse fuera del acoso y la minusvaloración y que ayude a sentar las bases de una sociedad más justa. Reivindicamos una Universidad que respete y ponga en valor la diversidad de las personas: sexual, de género, raza, etnia, etc. Nos levantamos por una Universidad sin elitismos, y al servicio de la cultura, la ciencia y la dignidad. Porque necesitamos otra Universidad para construir una nueva sociedad.
Llamamos a la lucha y la alegría. Denunciamos la expulsión de las estudiantes de las aulas, tanto las que tienen que dejar los estudios como las que no pueden ni empezarlos, pero también ponemos en valor el esfuerzo de las familias que a pesar de las adversidades hacen malabares para que sus hijas, las hijas de la clase trabajadora, puedan estudiar.
Deseamos mucha suerte y ánimo a todas las que se presentan a la Selectividad durante los próximos días. Animamos a las estudiantes de nuevo ingreso a engrosar las filas del movimiento estudiantil, pues sólo la organización y la unidad de las estudiantes podrá cambiar la situación actual. Desde la UJCE apostamos por un método de acceso a la Universidad totalmente gratuito y que se aleje de centrar los estudios previos en la mera preparación de un examen, bajo la premisa de que la educación sea para formar a las personas y no para adoctrinarlas.
Hay que decirlo bien claro: ¡Nuestros sueños no están a la venta! ¡Por una Universidad para todas!