El pasado viernes 30 de enero el Consejo de Ministros aprobó la propuesta del ministro Wert, el Real Decreto que introducía en nuestro sistema universitario la posibilidad de reducir los grados universitarios a 3 años y de ampliar los másteres a 2, la famosa reforma del 3+2 (reforma que ya ha sido incluida en el BOE del 3 de febrero).
Esta medida, realizada con nocturnidad y alevosía, demuestra que las movilizaciones estudiantiles llevadas a cabo durante el pasado 2014 asustan a este gobierno. Es un nuevo golpe a la educación pública, gratuita y de calidad que continúa la estela de Bolonia y está enmarcada dentro de la Estrategia Universidad 2015. Con la que se busca alejar cada vez más y de una manera cada vez más agresiva a la clase trabajadora de un derecho que debería estar blindado como es la educación.
Con la implantación de dicha reforma (la cual se ha pospuesto hasta 2017, no se materializará este curso) pueden llegar a convivir hasta 3 modalidades de estudio: Grados de 3 años, Grados de 4 años y Licenciaturas. Ha habido un gran rechazo por parte de la comunidad educativa y de sus agentes, además de posicionamientos institucionales como el del C.R.U.E (Conferencia de Rectores de las Universidades de España) que han ayudado a postergar el sufrimiento un año más.
Desde Gazte Komunistak-Juventudes Comunistas somos conscientes de que no basta con conseguir una demora en la implantación de la medida. Ya que es una medida más que no sólo ataca a las y los estudiantes actuales sino también a las y los del futuro. Nos condena al exilio si no podemos asumir los costes (en este caso, ya no sólo del grado sino también de cada uno de los dos años de máster) en busca de trabajos en condiciones paupérrimas. Además de degradar lo que supone poseer una titulación universitaria.
Con este cóctel, la juventud está condenada a la precariedad y al paro. Y ya no sólo cuando “salgamos” al mercado laboral, sino en el mismo momento en el que con esfuerzo, hayamos conseguido cursar estudios de nivel superior. Dicho mal y pronto, nuestros estudios superiores cada vez tendrán menos valor a la hora de ser contratadas.
Por esto, Gazte Komunistak-Juventudes Comunistas se opone a una medida que aleja a la clase trabajadora del derecho a estudiar y llama a que las y los estudiantes aúnen fuerzas con más agentes de la comunidad universitaria para plantar cara a esta reforma reaccionaria y elitista.
¡Este miércoles 26 de febrero salgamos a las calles contra la mercantilización y privatización de la universidad!