25 de marzo. Otra Extremadura es posible
Como toda extremeña sabe, el 8 de septiembre se celebra el «Día de Extremadura», fecha que no fue elegida por casualidad, si no coincidiendo con las fiestas de la Virgen de Guadalupe, imponiendo así el predominio y poder de la iglesia en toda festividad.
Es hora de romper con el pasado, no queremos que el día de nuestra tierra siga condicionado por los mismos de siempre. Por eso desde la Juventud Comunista de Extremadura seguimos creyendo que el día más representativo de nuestra región es el 25 de marzo, conmemoración de las ocupaciones populares de tierra de la Primavera Revolucionaria de 1936, que históricamente fundan nuestra identidad como pueblo luchador y trabajador. En 2017 celebramos el 81 aniversario de aquellos heroicos episodios.
En la década de los años 20 y 30 sucede algo extraordinario, y es que el discurso del extremeño sosegado, con paciencia, manso, que había impartido la Iglesia, cambia radicalmente. Comenzaron a aparecer los partidos de clase, los marxistas y los anarquistas, y en 15 años se produce una transformación tan increíble que durante la República, de la mano de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, el pueblo extremeño va a protagonizar una epopeya; el pueblo unido va a dar identidad por primera vez a Extremadura. Toda la prensa de aquella época y los tratadistas de las revoluciones del campo dieron cuenta de que en mayo de 1936 más de 60.000 campesinos deciden ocupar las tierras que la República les había prometido y no les había dado, más de tres mil fincas, el mayor levantamiento y la mayor ocupación de tierras de la historia de España. Lo hacen tan decididamente que, cuando llegan las noticias a Azaña, quiere movilizar al Ejército para desalojarlos, pero los mandos de la Guardia Civil le advierten que los yunteros están tan decididos que de allí no se les saca más que muertos, y no le queda más remedio que legitimar la acción. Hasta ese momento nunca el pueblo actuó solidariamente y unido. Ahí encontraron un germen de identidad que provenía de la unión y solidaridad. Todo vino de las enseñanzas que aceleradamente habían recibido en las Casas del Pueblo, que cambiaron el discurso de mansedumbre que había extendido la Iglesia.
Por todo esto creemos que el Día de Extremadura no debe ser sólo un día de festividad, debe hacernos recordar y mantener el espíritu combativo y reivindicativo que mantuvimos en el 36, en el que las familias jornaleras y obreras supieron exigir lo que era suyo y crear unidad en la clase trabajadora. Hoy, más que nunca, debemos exigir una Extremadura con un reparto de riquezas equitativo y libre de la lacra del paro, que nos somete a la pauperización y a la precariedad. Una Extremadura en la que la juventud tengamos oportunidades y fututo, y no tengamos que salir de ella para sobrevivir. Por una Extremadura limpia y ecológica, sin refinería, nucleares, ni industrias contaminantes. Por una Extremadura que recupere y construya su propia cultura. Por una Extremadura que no quiere estar bajo el yugo de los mercados, bancos, especuladores y capitalistas con la complicidad del gobierno.
Por todo ello, por primera vez en la historia de Extremadura, vamos a celebrar y reivindicar este día como uno de las fechas clave sobre la que pivota nuestra historia colectiva como pueblo extremeño. En este 2017, la Juventud Comunista en Extremadura junto a multitud de organizaciones, asociaciones, movimientos sociales, partidos y sindicatos, en un claro ejemplo de unidad popular, vamos a volcarnos con este día a través de la Asociación 25 de marzo.
Construyamos una Extremadura nueva, una Extremadura mejor, libre de explotación y miseria. Una Extremadura que desea la justicia social y económica que sólo el socialismo puede otorgarle. Una Extremadura para la clase trabajadora. Una Extremadura digna y con voz propia.
Extremadura, levántate y anda.