FRENTE A LAS VIOLENCIAS MACHISTAS
Desde la Juventud Comunista mantenemos nuestro compromiso con la lucha contra el patriarcado en todas sus formas. Ante el avance de los movimientos feministas y el progresivo empoderamiento de las mujeres, el machismo se reinventa, adoptando formas cada vez más sutiles de violencia.
Así, el abuso emocional, la manipulación o la victimización son algunas de las nuevas formas que el patriarcado utiliza para ejercer violencia sobre nosotras, en un intento de detener nuestro empoderamiento como sujetos políticos independientes y como personas.
Estas formas de violencias cada vez más sutiles generan en nosotras un cuestionamiento, una falta de confianza en nosotras mismas y en nuestro criterio propio que hace que muchas veces dudemos de que esas violencias sean reales. Por eso el apoyo mutuo y la sororidad es fundamental entre nosotras.
Esta realidad la sufrimos tanto dentro como fuera de la organización, ya que la UJCE no es impermeable al patriarcado y dentro de ella se reproducen violencias y microviolencias machistas. Por ello trabajamos dentro y fuera y queremos señalar que nuestro compromiso no acaba en casa, que es un deber para nosotras asegurar que aquellos espacios de trabajo donde como UJCE participamos, sean espacios seguros para las mujeres y libres de cualquier tipo de agresión.
El camino que tenemos por delante es largo y la tarea es ardua, pero pondremos todo nuestro empeño por seguir denunciando las violencias que sufrimos día a día, por romper con los privilegios masculinos que nos oprimen y condenan, por seguir trabajando para crear espacios seguros para las mujeres, y por apoyar a todas esas mujeres valientes que deciden dar un paso adelante y denunciar las agresiones que sufren.
Frente a su cuestionamiento y sus violencias invisibles nuestra legítima respuesta.