Arranca el verano y con el multitud de fiestas en nuestros pueblos, barrios y ciudades…
En ellas, las mujeres tenemos que soportar agresiones machistas de todo tipo, comentarios que no hemos pedido sobre nuestros cuerpos, tocamientos indeseados y hasta agresiones sexuales y violaciones. Por si fuera poco, tenemos que aguantar como estas agresiones se justifican con argumentos como “él iba borracho o drogado” e incluso culpabilizando a la víctima en vez de al agresor o poniendo en juicio nuestra capacidad para evaluar cuando nos están agrediendo.
El caso de la manada, no ha sido más que la punta del iceberg. En 2017, según fuente oficiales, se cometiron cuatro violaciones al día, lo que supone un 11,3 % más que años anteriores. El precedente que ha sentado el caso de La Manada, ha supuesto nuevos casos de violaciones grupales, en las que los agresores han reclamado ser reconocidos como «La nueva Manada». Si la justicia no es contundente, nosotras lo seremos, basta ya de #JusticiaPatriarcal!
Por todo ello, desde la Juventud Comunista vemos necesario reivindicamos unas fiestas:
– En las que no cabe todo.
– El las que el alcohol o las drogas no justifica comportamientos machistas, los agravan. ¡Si agredes cuando estás borracho, NO BEBAS!
– Cuando decimos No es No. Es más, cuando no hay un SI explícito, es NO, entérate!
– Estamos hartas de que las discotecas nos traten como objetos de consumo.
– Cuando volvemos a casa, no queremos sentir miedo, pero tampoco queremos tener que sentirnos valientes, aunque lo somos. Cuando volvamos a casa queremos sentirnos seguras, porque las calles y la noche también SON NUESTRAS!
Una vez más, decimos bien claro, que queremos unas fiestas libres de agresiones machistas, dónde nos lo pasemos bien todas.