Lo que hay detrás del spot “Patria”
Durante estos días, el anuncio que promociona la edición de este año del Salón Erótico de Barcelona, ha asaltado las redes sociales y alcanzado casi dos millones de visitas. El vídeo, que tiene una base de crítica a la hipocresía del Estado Español, evidencia de una manera irónica algunas de sus señas de identidad: el tabú del sexo y su criminalización, mientras supuestamente aumenta el consumo de prostitución; la moral católica frente al abuso sexual; la imagen idealizada de la nativa que emigra, frente a la discriminación racial a este lado de la frontera…
La protagonista del vídeo es Amarna Miler, una conocida actriz porno y empresaria que ha criticado con bastante dureza las condiciones laborales que se viven en esta indrustria y que plantea un discurso basado en el “porno ético”. Desde esta perspectiva, se promueve un porno libre de trata de seres humanos, esclavitud y violencia.
El mensaje, que se presenta como transgresor, tal como lo hizo el que estaba dedicado a la edición del año pasado y protagonizado entonces por Nacho Vidal, promociona algo que no es tan rompedor y que precisamente reproduce la hipocresía que se intenta denunciar:
1-El Salon Erótico de Barcelona: es uno de los mayores escaparates con el que cuenta el empresariado de la pornografía en el Estado Español para promocionar su negocio de porno y prostitución, de hecho el patrocinador oficial es Apricots, una famosa red de prostibulos.
2-El porno y la trata con fines de explotación sexual: en la actualidad no contamos con cifras exactas sobre el porcentaje de trata de personas con fines de explotación sexual en el ámbito del cine porno, pero sí conocemos denuncias claras de personas que han sido víctimas de esta situación. Sin ir más lejos, hace unos meses era denunciado Torbe, un conocido empresario de este ámbito, que ha participado en ediciones anteriores del Salón Erórtico, denunciado por tráfico de seres humanos.
3-El porno, la normatividad y la violencia: este evento, así como desde el porno normativo, capitalista y patriarcal, está producido, grabado, editado y consumido principalmente por hombres, desde la normatividad de los cuerpos y la violencia.
El porno cumple muchas veces el papel de “educador sexual” que no cumple la educación o la familia, (más en un estado donde el sexo sigue siendo un tabú a la vez que se hipersexualiza el cuerpo de las mujeres en todas las esferas y se niega la educación sexual) se toma como reflejo de lo que deberían ser las relaciones sexuales, creando una imagen de sumisión y violencia hacia las mujeres. Los cuerpos han de ser normativos para provocar deseo y eso es otro de los mensajes que nos mandan desde esta industria: el deseo parte del canon de belleza.
4-El porno y las condiciones laborales en el sector: en cuanto a condiciones laborales como tal, se suceden situaciones de ausencia de contratos, utilización de la imagen sin consentimiento, ausencia de recursos jurídicos y sindicales,… además de bajo control de enfermedades de transmisión sexual, uso de preservativo, etc.
5-el Salón del Porno y las condiciones laborales de las trabajadoras: se ha denunciado a Apricots por utilizar la figura de «voluntarios» para trabajar gratis en el evento, lo que encubre una relación laboral no declarada y no remunerada, promoviendo la explotación laboral como forma de financiación de un evento que promociona y beneficia a grandes empresas, lo cual supone una gran muestra de hipocresía respecto a lo que se denuncia en el spot publicitario.
6-Alternativas al porno hegemónico: desde hace años, se viene produciendo en distintos puntos del mapa otros tipos de pornografía desde perspectiva feminista que promueven visibilizar las sexualidades disidentes y mostrar cuerpos sin la marca de un canon de belleza, además de presentar distintas prácticas sexuales desde la diversidad y el disfrute compartido de la sexualidad.
Una vez expuesta esta información, desde la UJCE consideramos muy importante que la realidad que se vive en el ámbito del porno sea analizada en su totalidad y no nos quedemos en la promoción de un vídeo que presenta un mensaje aparentemente transgresor, pero que obvia toda una realidad que está atravesada por el patriarcado y el capital. En suma, no deja de ser un spot publicitario que, como pueden hacer otros, asume un discurso de carácter rompedor y que puede resultar atractivo, pero lo hace con el fin de patrocinar un negocio que se vale de la explotación laboral y sexual para sobrevivir. No vamos a obviar lo que hay detrás.
Entendemos que otro porno es posible y, pese a que sea un tema en el que queda mucho por leer, analizar y crear, tenemos claro que un lavado de cara del porno hegemónico no cambia la realidad que en él se da.
Este terreno es otro de los campos de batalla en los que romper con la alianza del capitalismo y el patriarcado, y tenemos que hacerlo desde el acercamiento de análisis y posturas, dirigiendo nuestros esfuerzos hacia el alcance de consensos en el seno del movimiento feminista por la construcción colectiva de una sociedad sin relaciones de poder patriarcales ni clases.
Que el patriarcado y el capital caigan juntos.