Lejos de romper con las lógicas instauradas en los últimos años por la derecha francesa, la reestructuración actual de la enseñenza superior francesa, realizada en un ambiente de austeridad galopante, rompe de hecho con las misiones de servicio público. Y por supuesto todo esto se hace a costa de los estudiantes de clases populares y en beneficio de la patronal local.
Desde la instauracion de la lógica de autonomía en 2007, las universidades francesas obtuvieron nuevas competencias en un marco de desentendimiento financiero constante del Estado francés. Por eso, numerosas universidades ahora deben hacer frente a unas dificultades financieras crecientes, poniendo en peligro sus misiones de servicio publico. La aplicación de los presupuestos de austeridad empuja las universidades a reducir los gastos de sus formaciones universitarias, con el cierre de opciones, de carreras, o de las universidades cercanas al lugar de residencia del estudiante. Esta «racionalizacion» va a proseguir en la mayoria de las universidades francesas a partir del año universitario 2014-2015. Tal politica tendrá, por cierto, consecuencias desastrosas, impediendo a los estudiantes proseguir su proyecto de estudios.
La ley sobre las «responsabilidades y libertades» de las universidades, adoptada por la derecha de Sarkozy, tuvo como resultado la puesta en competencia de las universidades, en particular en lo que atañe a las dotaciones no sólo ordinarias sino también «de excelencia». Más aún, las universidades fueron alentadas a gastar de manera masiva para incrementar su influencia. Esta ley también tuvo como objectivo el establecimiento de polos regionales de excelencia para las universidades y la investigacion. Según la derecha, se trataba de ser más visible, más eficaz en la competencia que ocurre a nivel internacional. Las dotaciones de excelencia, que finanzan proyectos de investigación a corto plazo, han promovido esta competencia nociva para el servicio público de la enseñenza superior.
La austeridad, oscura realidad ocultada por una falsa autonomía
Pero esta competencia, sumada a la constante baja de las dotaciones globales, ha acabado por poner a una proporcion creciente de universidades francesas frente a un verdadero escollo presupuestario. Actualmente, una veintena de universidades encuentran muchas dificultades, incluso las pioneras de la autonomía como las de Estraburgo y de Versailles Saint-Quentin. Como no pueden aumentar los gastos de inscripción – fijados cada año por el ministerio-, las universidades ya no renuevan los contratos del personal precario, dejan a su suerte a los estudiantes en el primer año de licenciatura, se suprimen los exámenes de recuperación, y sobre todo atacan su propia oferta de formación.
Las carreras que no son rentables, en particular las humanidades y las ciencas sociales, son las primeras víctimas de esta política gestora, y se hace una mutualización (universidades con dificultades deciden que dos carreras del mismo nivel universitario en un dominio particular tengan una o varias clases en común, para reducir los gastos de formación) de enseñenzas a costa misma de la coherencia de numerosas carreras y asignaturas. Las licenciaturas y másters «profesionales» son cada vez más promovidos para favorecer la contratación de los estudiantes, permitiendo así a las empresas tener un importante peso en el establecimiento del contenido de las formaciones. En lo que atañe a las prácticas, la gran mayoría no son remuneradas, ya que los laboratorios no pueden asumir ésta por la falta de dotaciones suficientes.
Al lado de la degradación de la calidad de las formación, la integralidad de los servicios que permiten a las universidades acoger a sus estudiantes y permitir su éxito universitario también están siendo atacados. Por ejemplo, esto se ilustra con las bibliotecas donde no hay suficientes libros para estudiar, con aulas con demasiados estudiantes, con edificios sin calefacción y/o anticuados. Así mismo, las condiciones para estudiar y conseguir buenos resultados van siendo cada vez peores, y tal situación no va a mejorar en un futuro próximo.
Austeridad para las universidades, regalos para las empresas
En 38 universidades francesas, el año próximo va a estar marcado por reducciones masivas de los gastos de formación : por ejemplo, -10% en la Sorbonne, -10% en Lyon, -5% en Poitiers. Tales reducciones se traducen en más austeridad cada año : por ejemplo, en la Universidad de Estraburgo, hubo -3% en 2012-2013, -5% en 2013-2014, y habrá -8% en 2014-2015.
Estas reducciones van a inducir el cierre de carreras, de formaciones, de opciones, y más generalmente van a empeorar las condiciones cotidianas de los estudiantes. Estas reducciones están en contradicción total con muchos imperativos crecientes, incluso a los que exigen dar formación con alto nivel. Así, en la casi mayoría de las universidades, los estudiantes deben realizar exámenes de informatica mientras éstos no tienen ninguna relación con su formación y el material informático no es generalmente de buena calidad. Igualmente, el volumen de horario para las clases de inglés (~20 horas/semestre) no es suficiente en la mayoría de las universidades francesas, y los contenidos de clase como los documentales no son adaptados. Mientras, se exige cada vez más un nivel universitario de inglés a través de los exámenes TOIEC y TOEFL, y másteres científicos en inglés que van a ser creados en algunas universidades franceses; aquí se trata del futuro de la investigación publica que también sufre recortes importantes en Francia. Tales problemas son extensibles a otros de diferente clase, como la falta de material adecuado, que es extremadamente perjudicial para los estudiantes de clases populares que solo tienen la universidad para aprender y formarse.
A las universidades les faltan en su totalidad 3 mil millones de euros para funcionar con normalidad, y así efectuar sus verdederas misiones de servicio público. Mientras el gobierno se niega a dárselos, ofreció 7 mil millones de euros en 2013 a empresas privadas que efectuan investigación con el «Crédit Impôt Recherche» (CIR) instaurado por la derecha de Sarkozy. Esto representa más de la mitad del presupuesto 2013 para la enseñanza superior y la investigación públicas. La utilidad de este CIR ahora es muy cuestionada pues muchas empresas que lo reciben no invierten en investigación sino quue despiden a sus técnicos e ingenieros.
Hacia una restructuración al servicio de la patronal
La elección de François Hollande, quien pretendía hacer creer que la juventud era su prioridad, habrá hecho creer por un momento en una ruptura con las lógicas perniciosas de autonomía y de excelencia. En realidad, las esperanzas fueron frustradas algunos meses después de su elección, en particular a través de una seudo consulta al mundo universitario. El proyecto de ley sobre la universidad y la enseñanza superior ya era definido, y se planteaba como la continuacion de la política impuesta por la derecha de Nicolas Sarkozy.
Adoptada a fines de Julio de 2013 después un debate parlamentario que fue poco tratado en los medios, esta nueva ley profundiza y extiende la lógica de excelencia. En particular, ésta se ilustra con una reestructuración profunda de la red de enseñanza superior francesa: las universidades y establecimientos van a ser agrupados en largos conjuntos regionales, las Comunidades de Universidades y de Establecimientos (COMUE). Estas COMUE, que obtendrán el estatuto de establecimiento de enseñanza superior, van a acentuar esta racionalización al suprimir formaciones también presentes en otras universidades/establecimientios de la misma COMUE para que haya una formación ofertada por una única universidad o establecimiento de la COMUE. Esto justificará también la supresión de formaciones en las universidades que no son rentables.
Otro cambio mayor es la atribución de la dotaciones del ministerio a estas COMUE en lugar de a las universidades/establecimientos, lo que supone un riesgo para que la situación de una parte importante de las universidades francesas vaya de mal en peor. En efecto, las COMUE tendrán que repartir tales dotaciones entre sus universidades y establecimientios miembros, y la reducción del presupuesto del ministerio va a desventajar a las universidades con dificultades en la actualidad que no forman parte de las de excelencia. Lo que es más, estas COMUE tendrán un objetivo definido: satisfacer las necesidades de las empresas regionales no solo al adaptar sus formaciones en sus contenidos, sino también al permitir a establecimientos privados expedir diplomas reconocidos por el ministerio y efectuar misiones de servicio público. Tal modelo ataca el carácter nacional de las formaciones y de sus contenidos, aquel carácter nacional que asegura a los estudiantes que sus diplomas tengan el mismo valor en cualquiera parte de Francia, y así los derechos en su futuro trabajo ademas de una remuneración decente y justa.
A través de este modelo regresivo de la enseñenza superior auspiciado por el gobierno y la patronal francesas, saberes y saber-haceres van a perderse con esta reestructuración que ataca las universidades de proximadad al estudiante y formaciones que no son rentables. Tales cambios van a traducirse en una falta de técnicos, ingenieros y cuadros muy cualificados en el próximo futuro en varios dominios claves, que son esenciales para permitir el progreso social, científico e industrial. Frente a este modelo, la Unión de los Estudiantes Comunistas promueve un verdadero servicio público y próximo al estudiante en la cuarentena de universidades – o sea en más de la mitad de las universidades francesas- donde está implantada. Un servicio público que permite a los jóvenes de clases populares conseguir sus estudios, y que libera nuestras formaciones de los dictados a corto plazo de la patronal. Unas necesidades urgentes no solo en Francia, sino también en el resto de Europa.
Enlaces :
http://www.etudiants-communistes.org
http://www.jeunes-communistes.org
Jérémy Roggy, miembro del Colectivo Nacional de la Union de los Estudiantes Comunistas (UEC), la organizacion estudiantil del Movimiento Jovenes Comunistas de Francia (MJCF).
Contacto : jeremy.roggy@gmail.com