En 1975 los líderes políticos de Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Estados Unidos y Japón se dieron cita en Rambouillet (Francia) para la celebración de la 1ª Cumbre del G6. Dos años más tarde, en 1977, se les uniría Canadá en San Juan (Puerto Rico). Desde entonces, se han realizado 44 cumbres, en las cuales, desde 1997, la Federación Rusa participó como socia hasta que, dadas las pugnas interimperialistas, fue suspendida como miembro en 2014. Además, la Unión Europea ha venido contando con representación política en estas cumbres.
Desde su creación, el fin de estas cumbres ha sido tejer alianzas entre los países más potentes de este polo imperialista, de cara a coordinar sus políticas imperialistas, tanto a nivel económico como a nivel bélico-injerencista. Las presiones para la liberalización comercial, las injerencias en la política económica y monetaria internacional, el diseño de una política bélico-militar coordinada, o las sanciones a los países que no respetan sus acuerdos son algunas de las acciones que desarrolla este espacio de coordinación.
Este mes de agosto de 2019, en Biarritz, tendrá lugar la 45ª Cumbre del G7. Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Japón volverán a participar en esta cumbre. Los Presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo también estarán presentes. Finalmente, España y Chile acudirán como invitados. El lema de la cumbre será “un G7 luchando contra las desigualdades”, y los temas que abordarán serán, especialmente, los relativos a seguridad, economía, género o medio ambiente, entre otros.
No deja de ser paradójico que los responsables de las guerras imperialistas hablen de garantizar la seguridad; que los responsables de la explotación de la clase trabajadora hablen de luchar contra las desigualdades; que los responsables del patriarcado y la división sexual del trabajo hablen de igualdad de género; que los responsables de la destrucción del planeta y del saqueo de recursos hablen de proteger el medio ambiente.
Por el internacionalismo y la lucha antiimperialista.
El G7 y los polos imperialistas, bajo la excusa de la seguridad, están desarrollando una estrategia de creación de estructuras militares para garantizar su dominio. La OTAN, la pretensión de crear un ejército de la Unión Europea, o las guerras imperialistas son buen ejemplo de ello.
Desde la Juventud Comunista, en consonancia con las reivindicaciones de la juventud antiimperialista del mundo, apostamos por “una paz duradera”. Esta solamente será posible con una lucha contra el imperialismo y todas sus estructuras. En ese sentido, la salida de la OTAN y de la UE (y por ende del Euro), dos de las mayores estructuras imperialistas de las que España forma parte, se torna indispensable.
La organización de la juventud antiimperialista de nuestro país y la alianza con el resto de juventudes del mundo debe ser una tarea prioritaria para derrocar al imperialismo.
Por una vida digna para la juventud obrera y estudiante.
Hablar de las desigualdades sin mencionar qué las provoca no es más que un intento del G7 y el imperialismo de blanquear su imagen. Los países del G7 y sus burguesías son directamente responsables, tanto de las desigualdades en sus países, como de las generadas en países colonizados y dominados. La precarización de las condiciones laborales y vitales de la clase trabajadora es debida a que las burguesías se enriquecen a nuestra costa. La explotación de los países colonizados y de sus recursos es debido a que el imperialismo se enriquece con ello.
Por ello, la Juventud Comunista denunciamos que la burguesía imperialista se enriquece a costa de nuestro trabajo. La lucha contra las desigualdades y la construcción de una vida digna para la juventud obrera y estudiante solamente puede pasar por acabar con el Régimen de nuestro país y con el imperialismo. La juventud debemos organizarnos y luchar para acabar con la miseria a la que nos condenan y conseguir una vida digna.
Por un feminismo de clase.
El G7 habla sobre luchar contra las desigualdades de género. No pueden luchar contra esas desigualdades quienes son responsables de la división sexual del trabajo y se benefician de la opresión contra las mujeres. Es innegable que la incorporación de esta cuestión entre los temas a debate en el G7 se debe al auge del movimiento feminista. Solamente pretenden blanquear su imagen, hacer falsas asunciones de las demandas del feminismo, debilitarlo y vaciarlo de contenido, sin cuestionar su mayor pilar: la división sexual del trabajo.
Es por esto que, desde la Juventud Comunista, denunciamos los intentos de blanqueamiento del G7 y del imperialismo en base al feminismo. Reivindicamos un feminismo de clase, que acabe realmente con las desigualdades, con las violencias machistas que sufrimos las mujeres, y con la división sexual del trabajo. Las mujeres debemos organizarnos y luchar para plantar cara al patriarcado y a todas sus estructuras, entre las cuales se encuentra el G7.
Por un modelo productivo que respete los límites del planeta.
El imperialismo explota sin escrúpulo alguno los recursos naturales y el medio ambiente. La máxima capitalista de crecimiento ilimitado es incompatible con un planeta con recursos limitados. La única preocupación del imperialismo con respecto a la crisis ecológica es garantizar la supervivencia de sus beneficios, no la del medio ambiente. Este “capitalismo verde” disfraza sus preocupaciones con respecto a la destrucción de los ecosistemas o el agotamiento de los recursos como el petróleo en reivindicaciones totalmente ineficaces como el “Green New Deal”, el reciclaje u otras soluciones individuales que atribuyen la responsabilidad de la crisis ecológica a la clase trabajadora.
Desde la Juventud Comunista denunciamos que los mayores enemigos del medio ambiente son el capitalismo y el imperialismo. La crisis ecológica, el cambio climático y el agotamiento de los recursos únicamente pueden afrontarse en un sistema respetuoso con el medio ambiente. Esto es, que cambie estructuralmente la lógica de producción, siendo consciente de las limitaciones del medio ambiente y de los recursos que se disponen.
¡Por todo ello, todas a Hendaia!
Es por todo esto que la Juventud Comunista llamamos a participar en la contracumbre organizada por la plataforma “G7 Ez: Construyendo otro mundo” y en la manifestación que tendrá lugar el 24 de agosto desde Hendaia a Irun.
La juventud antiimperialista del mundo debemos unirnos y luchar contra el imperialismo y sus estructuras. Día a día la juventud obrera y estudiante de nuestro país y del resto del mundo sufre las consecuencias del imperialismo.
¡Viva la lucha antiimperialista e internacionalista!
Frente al imperialismo, ¡organicémonos por la República y el Socialismo!