Ante la muerte de Mohamed Ayoubi, preso político saharaui, héroe del campamento de la dignidad Gdeim Izik
El 9 de octubre de 2010 se levantó en Agdaym Izik, a quince kilómetros al este de El Aaiún, un campamento de jaimas que se convirtió en la mayor protesta saharaui de la historia de la ocupación marroquí del Sahara: más de cinco mil tiendas que alojaron a más de veinte mil personas. Sus reivindicaciones eran sociales y económicas: falta de viviendas, paro, pobreza, carencia de sanidad y educación.
La protesta aumentó por la denuncia por parte de la población saharaui de la expropiación de sus riquezas por los nuevos colonos que Marruecos asienta en los territorios ocupados y por la propia monarquía marroquí. La respuesta del gobierno fue impedir la llegada de saharauis que querían incorporarse a la acampada, rodearla con un muro y, finalmente, el 8 de noviembre, un mes después de su inicio, asaltar el campamento de madrugada, decisión que causó un número indeterminado de muertos, heridos y detenidos. Ninguna fuente independiente a la monarquía marroquí pudo contemplar el ataque y la devastación que causó. En las ciudades de El Aaiún, Smara y El Marsa la gente salió a la calle en protesta por la feroz arremetida que fueron reprimidas por las fuerzas policiales, imponiéndose un estado de sitio con toque de queda.
Finalmente, la policía marroquí solo reconoció la muerte de dos saharauis, uno de ellos de nacionalidad española, y la muerte de once policías de las que acusó a veinticuatro saharauis. En 2013, una sentencia del tribunal militar –posteriormente revocada por ilegal– condenó a los activistas a penas de entre veinte años de prisión y cadena perpetua. En 2017, volvió a celebrarse el juicio, esta vez por procedimiento civil, aunque se dictó sentencia con condenas similares al tribunal militar (ocho cadenas perpetuas, tres de treinta años de cárcel, cinco de veinticinco años, tres de veinte y otras cuatro de seis años y medio).
Esos veinticuatro saharauis condenados hoy son considerados héroes por la población. Uno de ellos, Hassanna Aalia, en libertad condicional en 2013, es refugiado político en España, otro, Mohamed Ayoubi, que se hallaba en libertad condicional, falleció el pasado 22 de febrero en El Aaiún. Ayoubi fue torturado tras su detención y mantenido en prisión a pesar de su grave estado de salud, con problemas renales y diabetes. Fue puesto en libertad condicional gracias a que sus compañeros realizaron una huelga de hambre a finales de 2011 que duró más de un mes. En el juicio de 2017, fue nuevamente condenado a veinte años de prisión, aunque siguió en libertad condicional por su grave estado de salud.
El Partido Comunista de España declara que deben cesar las graves violaciones de los derechos humanos, la represión del pueblo saharaui y el expolio de sus riquezas. Por ello, exige:
– Una investigación internacional que aclare la represión del «campamento de la Dignidad” de Gdeim Izik.
– La puesta en marcha del mecanismo de consulta para la soberanía e independencia del Sahara.
– El cese del expolio de las riquezas del Sahara, fundamentalmente por el monarca marroquí.
– El derecho, mientras tanto, de la población saharaui de los territorios ocupados a un sistema democrático que respete las libertades individuales y proteja las necesidades sociales básicas de trabajo, vivienda, sanidad y educación.
– La denuncia y revocación de todos los acuerdos económicos que la UE aun mantiene con Marruecos, declarados nulos por el TJUE por vulnerar la soberanía saharaui
CAMPAMENTO DE GDEIM IZIK