Hace unos días exhumaron de la Basílica de la Macarena al genocida fascista Queipo de Llano, de madrugada y sin aviso, para evitar la merecida celebración y reivindicaciones del movimiento antifascista y memorialista. Con un respeto inmerecido que no sorprende tras 40 años de impunidad franquista en el Régimen del 78.
Desde la Juventud Comunista celebramos la exhumación del genocida, siendo conscientes de que sólo la destrucción del Régimen del 78 puede acabar con todos los resquicios de la dictadura franquista, ya que este es heredero del Franquismo, que ha permitido la inserción de la gran burguesía española en el tablero imperialista, y ha mantenido intacta la base de la estructura económica de la dictadura.
Así, la supervivencia de los elementos franquistas y la vulneración a la Memoria Histórica en el Estado Español no son casuales, sino que pertenecen al mismo grupo de agentes que tuvieron un rol fundamental en el régimen franquista y que han continuado con ese rol dentro del Régimen del 78. A la vez que señalamos la relación directa entre la gran burguesía actual con su precedente franquista, la Juventud Comunista denuncia la convivencia de otros elementos en el Estado Español en la desmemoria del terrorismo fascista. En concreto, de la Iglesia Católica y, dentro de esta, de la Hermandad de la Macarena; que han jugado un papel de auténticos responsables para que los restos del genocida siguieran dentro de la Basílica.
El Estado nunca reparará los crímenes de la Dictadura porque es su directo sucesor, como herramienta de opresión de clase generada por la gran burguesía.. De este modo, mientras el responsable del asesinato de 45.000 personas en Andalucía y de la represión más brutal al Movimiento Obrero es exhumado con respeto, decenas de miles de asesinadas siguen aún desaparecidas en Andalucía y el resto del Estado.
Es por ello que la Juventud Comunista entiende más necesaria que nunca la organización revolucionaria contra un capitalismo en decadencia por sus propias contradicciones donde el capital puede recurrir al fascismo cuando lo vea necesario. La única forma de construir memoria histórica es teniendo a la clase obrera organizada y revolucionaria; por esto, llamamos al conjunto de la juventud trabajadora y estudiante a la organización para acabar con el Régimen del 78, como heredero de la dictadura y como verdadero ejercicio de Reparación de las represaliadas y asesinadas.