El pasado sábado, 1 de agosto, Eleazar, un jornalero trabajador del campo de Lorca fue abandonado en las puertas del Hospital, donde murió debido a un golpe de calor, sufrido mientras era explotado durante más de 10 horas diarias.
La cuestión de la explotación en el trabajo agrícola es algo que hemos visto siempre en Murcia y que se ha potenciado con la llegada de inmigrantes, a los que los empresarios del campo explotan con más facilidad, debido a su situación irregular. Los someten a jornadas interminables de hasta 12 horas, sin descanso, al sol o dentro de invernaderos donde las temperaturas sobrepasan con creces los 40ºC.
Además, los empresarios del campo y ciertos partidos de extrema derecha, aprovechan esta situación para culpabilizar a los propios migrantes de “robar” el trabajo a los españoles, cuando realmente los que deciden a quien contratar y en qué condiciones hacerlo son los propietarios. Juegan con las vidas y la necesidad de los trabajadores.
Las reivindicaciones por un trabajo digno en el campo, por unas condiciones laborales que aseguren la salud y el bienestar de los trabajadores, van ligadas totalmente a las expresiones de protesta contra la explotación en la industria conservera en la región. Ambos sectores están relacionados y sufren problemas similares: temporalidad, horarios infinitos, bajos salarios, condiciones laborales pésimas, explotación laboral, tanto de migrantes como de trabajadores españoles, etc…
La lucha de la clase obrera y el internacionalismo será siempre nuestra bandera. No podemos permitir que la muerte de Eleazar sea en vano. No son muertos, son asesinados por la explotación y los empresarios.
¡Lucharemos por un trabajo digno!