Una vez más, la manifestación de esta tarde por la lucha de nuestros derechos y libertades, la amnistía total y la libertad de Pablo Hasél ha sido reprimida. Los cuerpos policiales han rodeado Atocha y las calles aledañas, impidiendo el desarrollo de la protesta hasta Cibeles. Tanto antes de comenzar la manifestación como al disolverla, han identificado a todas las personas que participaban en la misma, ya que todas las salidas estaban bloqueadas. Esta situación ha sido el culmen de lo que venimos viendo desde hace meses: el derecho a manifestación está totalmente coartado.
En los últimos días, han detenido en su casa a varias personas que participaron en las concentraciones de febrero por la libertad de Pablo Hasél y que fueron identificadas al salir de la protesta. Las identificaciones de hoy solo son un paso más en el objetivo de amedrentarnos y desmovilizar las protestas por el recorte de derechos que estamos sufriendo.
Han prohibido manifestaciones por los servicios públicos, por los presos políticos, el 8 de marzo, etc. Con la excusa de la crisis sanitaria que vivimos. Sin embargo, día a día nos vemos obligadas a ir a trabajar, a estudiar, a cuidar y a utilizar un transporte público donde se producen aglomeraciones continuamente. Además, en estos meses se han permitido manifestaciones de grupos de extrema derecha y negacionistas de la pandemia. Así, mientras que los barrios burgueses han podido hacer concentraciones y manifestaciones sin respetar ningún tipo de medida sanitaria sin ningún tipo de represalia, los barrios obreros y la juventud obrera organizada han sufrido con brutalidad la represión a sus movilizaciones.
Durante esta crisis hemos vivido un recrudecimiento de la represión política contando con muchos casos de detenciones, cargas policiales e identificaciones a militantes y activistas durante el ejercicio del derecho de reunión y manifestación, desalojo de centros sociales y no autorización de manifestaciones con la excusa de la pandemia. La prohibición de esta manifestación y de otras muchas es una cuestión con un carácter claramente político, en un intento de acallar las protestas de los movimientos sociales. Por todo ello, desde la Juventud Comunista reclamamos nuestro legítimo derecho a manifestación y la amnistía para todos los presos políticos. Ante la crisis sanitaria, económica y de cuidados del capitalismo una de las respuestas fundamentales del sistema capitalista es la represión.
¡Ante su represión, ni un paso atrás!