Los ataques al sector industrial, en concreto, al sector aeroespacial, se vienen dando desde hace décadas en los municipios del sur de Madrid, pero, con la excusa de la pandemia, grandes empresas están aprovechando para anunciar numerosos ERE. Este ha sido el caso de AIRBUS que si bien antes del inicio de la pandemia anunciaba una reestructuración que afectaba a 374 trabajadoras, en julio aumentaba el número a 829, siendo Getafe una de las plantas más afectadas con cerca de 500 trabajadores perdiendo su puesto de trabajo.
Con esto, los sindicatos y las vecinas del municipio salieron a la calle el mes de julio a defender los puestos de trabajo y consiguieron paralizar los despidos con un acuerdo entre la empresa y los sindicatos. Un acuerdo que, en términos de garantizar el empleo, es insuficiente pues recurre a los ERTE, como solución temporal cuya duración se prolongaba hasta este mes. Es decir, como en multitud de casos, se recurre al mantenimiento de los trabajadores a través del Estado como medida de contención mientras la empresa sigue aumentando sus beneficios. En el caso de AIRBUS, esta cierra el primer trimestre del año con un beneficio de 362 millones de euros.
A esto debemos sumarle la apuesta por la externalización de servicios para el aumento de sus beneficios. Esto supone un problema para las trabajadoras de ACITURRI, GAZC o demás contratas que, además de sufrir el deterioro de derechos laborales de forma directa, lo hacen también a través de contratos temporales o de obra y servicio para servicios concretos creando una situación de inseguridad vital para las trabajadoras. Así, estas empresas han anunciado una serie de despidos masivos y deslocalizaciones que están acentuando el problema de la desindustrialización en el sur de Madrid.
Y, mientras esto sucede, el gobierno estatal cede ante el chantaje de la compañía y de Guillaume Faury, consejero delegado de AIRBUS, a través la creación de un Fondo de 600 millones de euros para la inversión industrial. Es decir, el Gobierno paga los ERTE a la vez que financia los planes para aumentar los beneficios de AIRBUS. (https://www.lavanguardia.com/vida/20210204/6223527/gobierno-pide-airbus-proteger-empleo-mas-presencia-puestos-directivos.html )
Por todo ello, la solución no pasa por la creación de planes estratégicos que acaben financiando los despidos de los trabajadores ni por medidas de contención económica que dejen a los trabajadores cobrando un 30% menos de su salario mientras las empresas siguen obteniendo grandes beneficios. La solución pasa por recuperar lo que es nuestro, por la recuperación del tejido industrial en el sur de Madrid y por acabar con la subcontratación de empresas para la maximización de beneficios por parte de grandes corporaciones como Airbus.
Porque son esas consecuencias, las del desmantelamiento del tejido industrial del sur de Madrid, las que estamos sufriendo la clase trabajadora a través de la desaparición de nuestros polígonos industriales convirtiéndose en barrios dormitorio con edificios de hormigón y sin espacios públicos de socialización como el caso del Rosón, donde se situaba la empresa Kelvinator, que cerró sus puertas en 1984. O, en el mejor de los casos, con la transformación de los polígonos industriales en conglomerados de grandes almacenes como Decathlon, Amazon o Mercadona. Y estas transformaciones tienen su punto de origen en la entrada de la Unión Europea, que impone un modelo productivo, en este caso a Getafe y al sur de Madrid, basado en el sector servicios, que nos condena a la precariedad y nos impide desarrollar un proyecto vital.
No olvidemos que a esto se le añade que esta situación es algo generalizado en el entorno de Airbus. Donde antes había fábricas ahora nos podemos encontrar con los almacenes y centros logísticos de empresas como Mercadona, Amazon, Seur y Salvesen entre muchas otras. Esta última tuvo recientemente un conflicto por las malas condiciones de trabajo que tenían sus trabajadores. (https://madrid.ccoo.es/noticia:537880–Exito_de_participacion_en_la_huelga_convocada_en_Salvesen_Logista&opc_id=711af56c79ef209f3b5831a8b38f22b1). Esto no es algo casual, sino que se viene dando de forma continuada desde la entrada en la UE (http://www.juventudes.org/ante-la-union-europea-imperialista-y-antiobrera-soberania-popular/)
La Juventud Comunista estaremos como siempre defendiendo a las trabajadoras y sus puestos de trabajo, pero también proponiendo un modelo concreto: un modelo industrial sostenible, ecologista y que garantice la cobertura de todas nuestras necesidades materiales. Estaremos señalando cómo la desaparición del tejido industrial en Getafe, y de todo Madrid sur, tiene consecuencias palpables como son el aumento de la parcialidad y de la temporalidad a través del modelo productivo centrado en el turismo y en el sector servicios que precariza nuestras vidas. Tenemos claro que el único camino para garantizar la cobertura completa de las necesidades materiales de la clase trabajadora pasa por la salida de la Unión Europea y la organización para crear poder popular.