La Juventud Comunista celebraremos nuestro XV Congreso los días 14, 15, 16 y 17 de abril. Este proceso se lleva fraguando mucho tiempo y será el cúlmen de un profundo debate por parte de toda nuestra organización sustentado en los principios del centralismo democrático.
Durante el Congreso cientos de jóvenes debatiremos en torno a nuestra actualización estratégica, nuestros principios y nuestra política de alianzas para organizar y elevar la conciencia de la juventud trabajadora. El evento también servirá para poder analizar cuál ha sido nuestro papel durante estos tres últimos años señalando nuestros aciertos pero sobre todo aprendiendo de nuestros errores.
Han sido años duros para la juventud organizada de nuestro país pero la Juventud Comunista siempre hemos estado al pie del cañón dando lo mejor de nosotras mismas con la intención de seguir acumulando fuerzas en pos de la emancipación de nuestra clase. Nos han echado del trabajo, hemos tenido que volver a casa de nuestros padres mientras se nos criminalizaba y tachaba de irresponsables, cargando sobre nuestras espaldas los contagios del resto de la población. Durante estos tres últimos años nos ha tocado vivir dentro de un cambiante ambiente político que ha supuesto tener que adaptar nuestra forma de organizarnos día tras día para seguir luchando por los intereses de la clase obrera. Sin buscar culpables externos para las dificultades que hemos tenido durante este ciclo sí que debemos señalar que nos se ha visto completamente marcado por la situación derivada de la pandemia que hemos vivido; que ha marcado toda la actividad política y ha evidenciado, más si cabe, la inviabilidad de este sistema económico depredador siendo de nuevo las jóvenes obreras las que hemos salido peor paradas.
A lo largo de este ciclo también hemos querido recordar y celebrar que llevamos cien años luchando contra este sistema económico criminal que cada día que pasa se demuestra más lesivo e insalvable. En 2021 la Juventud y el Partido Comunista hemos cumplido un siglo de historia al servicio de la clase obrera y es por ello que hemos querido celebrar por todo lo alto y a lo largo de toda España nuestro Centenario. Este hecho nos convierte en las herederas de la actividad y la lucha de las cientos de miles de militantes que nos han precedido; somos la juventud sucesora de Pepe Díaz, de la Pasionaria, de Marcelino Camacho, de Aída Lafuente, de Paquita Martín y de otras tantas militantes anónimas que dedicaron su vida a la lucha por la construcción del socialismo y en favor de la clase obrera. El pasado del que nos enorgullecemos también nos obliga a estar a la altura de un legado tan rico como el que hemos recibido; legado que se refleja en nuestros análisis, posicionamientos y estrategia y que nos ha permitido llegar en estas condiciones a nuestro XV Congreso.
Sin embargo, y pese a todas las dificultades, la celebración de este Congreso representa la constatación de que la Juventud Comunista nunca ha abandonado la lucha, que nunca se ha quedado en casa, que hemos aprovechado este periodo para coger impulso y que aprendiendo de nuestros errores saldremos reforzadas para continuar con nuestra obligación histórica. Somos conscientes del momento que nos toca vivir y de que el único camino posible es la organización, la lucha y el aprendizaje que nos permite avanzar colectivamente a la consecución de nuestros objetivos.
Por todo ello nos presentamos ante este XV Congreso con la convicción de que las conclusiones a las que lleguemos y los debates que tengamos servirán para organizar a la juventud obrera de todo el país en torno a los ideales de construcción de una sociedad nueva y que nos permitirán continuar con otros cien años de prácticas revolucionaria, por otros cien años formándonos para la revolución.
¡Cien años de práctica revolucionaria, cien años formándonos para la revolución!