El 22 de Marzo las calles de Madrid se llenaron de millones de personas que exigieron pan, techo y trabajo, en la que fue una de las principales movilizaciones sociales y populares desde la “Transición” en términos de participación y de unidad de organizaciones sociales y populares involucradas en su organización, dejando muy claro que aunque el gobierno aplique las imposiciones de la troika e intente atacar nuestros derechos, no podrán recortar nuestra dignidad y voluntad de luchar.
Durante casi un mes cientos de personas de distintos puntos del Estado comenzaron a caminar hacia Madrid con seis objetivos claros: no al pago de la deuda ilegítima; ni un sólo recorte más; fuera los gobiernos de la troika; y pan, techo y trabajo para el pueblo, todo ello para conseguir vivir con dignidad. Este largo recorrido culminó ayer en una de las mayores manifestaciones de las últimas décadas, demostrando así la fuerza y las ganas de luchar del pueblo. Sin embargo, la manifestación del 22M no puede ser el final del camino, no puede haber sido un objetivo en sí mismo, sino un paso adelante más en la lucha del pueblo y de la clase trabajadora, un paso que ahora debe elevar el nivel de la lucha social y popular más amplia, unitaria y masiva posible en todos los rincones de la geografía del país.
La lucha sigue, y sólo con organización y unidad es posible. Una lucha por la construcción de espacios de poder popular en los barrios y pueblos, en los centros de trabajo y de estudio, a partir de la satisfacción de necesidades concretas de la clase trabajadora. Una lucha que necesita vincular estos espacios locales con la organización de una movilización sostenida y creciente, en la que uno de los pilares básicos tiene que ser la Huelga General como herramienta de la clase trabajadora que más daño hace al capital y que mejor permite defender nuestros derechos. Una lucha por una transformación social hacia un proceso constituyente que nos permita alcanzar la III República pero también iniciar el proceso de construcción del socialismo, como alternativa a este sistema bárbaro y opresor, que condena a la clase trabajadora y al pueblo al hambre, al paro, a la explotación y a no tener una vivienda digna.
A pesar del éxito de la manifestación, los grandes medios de comunicación al servicio del régimen intentaron ocultar lo que estaba ocurriendo en Madrid manipulando la información, mintiendo sobre el número de asistentes y criminalizando la protesta. Además, una vez más vimos cómo las fuerzas mamporreras del Estado respondieron con violencia y represión, intentando callar la voz del pueblo. Cuando el régimen se pone nervioso solo sabe usar la violencia. Es una estrategia más del sistema que intenta acabar con un movimiento popular que lucha por sus derechos. Desde la UJCE queremos denunciar la actitud represora de la policía, y exigimos la libertad de todos los detenidos durante la manifestación del sábado y les mostramos toda nuestra solidaridad y apoyo.
Exigimos igualmente la dimisión de todo el gobierno del Partido Popular, por ser un gobierno impopular al servicio de los intereses de los capitalistas.