El pasado 10 de enero, el nuevo año 2020 se cobraba su primer trabajador fallecido: un operario de mantenimiento que perdió la vida al desprenderse una ladera.
Por desgracia, comenzamos este año de la misma manera que despedimos el anterior: con un fallecido en el centro de trabajo.
El número de accidentes laborales en nuestra comunidad fue de 3948 entre enero y octubre de 2019, 4118 en 2018 y 4071 en 2017. De estos, fueron mortales 4 en 2019, 1 en 2018 y 7 en 2017.
Los datos demuestran que nos siguen matando en nuestros curros y que la precariedad laboral continúa asolando a la clase trabajadora. Mientras la patronal se lleva los beneficios, nosotras ponemos los muertos y los heridos.
Desde el PCE y la Juventud Comunista, queremos solidarizarnos con los familiares y allegados del fallecido y exigir el mayor compromiso a las instituciones, la sociedad y, especialmente, a las empresas, como actores principales en los accidentes laborales a la hora de prevenir y evitar los mismos.
¡Ni una muerte más en el trabajo!