Durante la noche de ayer nos enterábamos de la triste noticia del fallecimiento de un repartidor de Glovo atropellado por un camión mientras hacía un reparto en Barcelona. Desde la Juventud Comunista queremos mandar toda nuestra solidaridad y cariño a familia, amistades y compañeras de trabajo del fallecido.
A esta muerte se le suman la de un repartidor de Telepizza de 25 años el pasado mes de enero en Cádiz o los graves accidentes de compañeros en Logroño y Madrid. Todos mientras hacían repartos a domicilio en unas condiciones de extrema precariedad.
La precariedad tanto en las condiciones laborales que obligan a los y las trabajadoras a exponerse a un ritmo de trabajo muy elevado para poder cobrar lo mínimo, como en los propios medios de transporte que no cuentan con medidas e inspecciones de prevención; sumado a las presiones que ejercen las empresas para cumplir un número de repartos por hora es una combinación mortal para los y las trabajadoras del sector de entrega a domicilio.
La empresa Glovo es, además, una vuelta de tuerca en nuestra pérdida de derechos laborales. Bajo la figura de falsos autónomos la empresa precariza aún más nuestras condiciones laborales dejándonos sin ningún tipo de cobertura en caso de accidente o despido, enmarcado en un contexto de modelo productivo que busca que seamos una mano de obra cada vez más barata y precaria. Glovo es responsable directo de la muerte de nuestro compañero en la noche de ayer, un ejemplo más de terrorismo patronal que no tendrá ninguna consecuencia para la empresa.
Desde la Juventud Comunista llamamos a asistir a la concentración en recuerdo del compañero fallecido y para denunciar las condiciones de explotación y precariedad que los trabajadores de Glovo en particular y los de reparto a domicilio en general soportamos diariamente. Animamos a la organización de los y las trabajadoras en sus trabajos para poner los derechos de la Clase Obrera lo primero y señalar al régimen del 78 como auténtico culpable de nuestras condiciones de miseria y precariedad.