Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España, en calidad de organización miembro de Izquierda Unida desde su III Asamblea (1992), queremos expresar nuestra preocupación sobre el proceso de depuración de responsabilidades al respecto de los casos de uso indebido o malversación de dinero publico, concretamente los casos de las “Tarjetas Black” y la Fundación FUNDESTE.
Consideramos imprescindible el cumplimiento estricto de la resolución emitida por la Presidencia Federal de Izquierda Unida en aplicación de lo mandatado por la Comisión de Transparencia y ratificada por el Consejo Político Federal del pasado fin de semana.
Exigimos por lo tanto el cese de cargos públicos e internos, en los plazos marcados por los órganos, de todos los coordinadores de IU Comunidad de Madrid que hayan sido partícipes en la toma de decisiones, a nombre de IU, en Caja Madrid o Bankia, con respecto a las “Tarjetas Black” y la Fundación FUNDESTE, tal y como exige la resolución aprobada por los órganos de IU.
Juzgamos que es un error vital para la organización a la que pertenecemos, que estas personas permanezcan ni un minuto más en cargos de responsabilidad, pues han realizado o amparado conductas que entendemos no solo delictivas, sino contrarias a toda la ética y los principios que defiende y representa Izquierda Unida. Albergar este tipo de conductas dentro de la organización mancha el trabajo político, pasado, presente y futuro de su militancia, que invierte tiempo esfuerzo y ante todo las mayores ilusiones y esperanzas transformadoras para hacer de IU una organización en la que merezca la pena militar, que trabaja día a día en todas las luchas sociales del país y que no se merece tener que agachar la cabeza porque su dirección es incapaz de asumir responsabilidades políticas ante un momento histórico en el que deberían primar los proyectos colectivos y no los intereses individuales.
Desde la fundación de Izquierda Unida no ha vivido el país un momento más trascendental, donde a la movilización social se le suma el continuo descrédito del bipartidismo PP-PSOE así como a otras instituciones relevantes del régimen de 1978 tales como la monarquía, completando un escenario donde es imprescindible una Izquierda Unida fuerte, enraizada en el movimiento popular y las luchas sociales, pero también escrupulosamente intachable, fuera de toda sombra de duda.
El aplazar más de lo necesario o incumplir las necesarias medidas para dejar limpio el nombre de IU es una ofensa tanto a nuestros miles de militantes, como a nuestros votantes y aquellas/os que confían en el proyecto de transformación social que defendemos.
Por ello, desde la Unión de Juventudes Comunistas de España, exigimos nuevamente la aplicación de la resolución de la Presidencia Federal y las dimisiones de aquellas personas referidas en la misma. Nos comprometemos a vigilar el escrupuloso cumplimiento de la misma, viéndonos obligados, en caso contrario, a revisar nuestra relación política y organizativa con Izquierda Unida.