Ante el inicio de la campaña de la aceituna
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España queremos denunciar las condiciones laborales que las empresas imponen en el sector del aceite. La explotación a la que se somete a las y los trabajadores cada año se incrementa en el caso de la juventud que ve en la campaña de la aceituna una oportunidad para pagar sus estudios, adquirir una mínima renta o no resignarse a tener que emigrar para sobrevivir.
Las condiciones laborales se han precarizado más aún desde el inicio de la crisis capitalista: precios por debajo del mercado (que deja en una peor situación a las y los pequeños propietarios), salarios por debajo del convenio e incluso salarios que no se acotan a una jornada laboral sino a las cestas o espuertas que se recogen. Mayores agravantes aún cuando se pone en riesgo la vida de las y los trabajadores del campo tras horas y horas trabajando sin descanso.
Capitalismo y Patriarcado se vuelven a aliar para empeorar más aún las condiciones laborales de las trabajadoras en el campo. Durante la crisis, el trabajo ha tendido a una masculinización continua que ha expulsado a muchas mujeres fuera del mercado laboral. En aquellos lugares donde no han sido expulsadas se les ha relegado a una situación absoluta de invisibilización. Otra muestra más de la triple explotación que sufren las mujeres rurales.
Las personas migrantes se ven así mismo abocadas a una situación de precariedad absoluta por obligarles a una situación de irregularidad laboral y habitacional. En muchas de las zonas está disputa por el trabajo en el campo ha terminado convertida en una disputa de odio racial. No es la persona migrante la culpable de la precariedad laboral que sufrimos todas y todos los trabajadores sino la contratación a la que nos someten las empresas. Nativa o extranjera, la misma clase obrera.
A toda esta situación endémica a la campaña de la aceituna hay que sumarle el acecho de la aprobación del CETA, del TTIP y del TiSA. Tratados de Libre Comercio que no buscan sino perpetuar más aún el enriquecimiento de las grandes empresas asfixiando a las y los trabajadores del campo y al Medio Rural en su conjunto. Tratados de Libre Comercio que traerán consigo la invalidez de muchas normas de seguridad medioambiental y alimentaria que pone en serio riesgo el futuro de campos y plantaciones, de nuestro alimento.
En todo este contexto se hace más imprescindible que nunca la pelea por unas condiciones de vida justa, sindicándonos y defendiendo nuestros derechos laborales. Pero también se hace necesario la pelea por un Medio Rural digno, la pelea por la conservación del medio ambiente y de los campos como medio para la supervivencia. La pelea por conquistar el Futuro para el Medio Rural.
Queremos una vida a la altura de nuestras luchas.
¡FRENTE A SUS ABUSOS, UNIDAD Y LUCHA OBRERA!