La lucha de los estibadores es la lucha de toda la clase obrera.
Nuevamente la Unión Europea impone la pobreza a través de la privatización de los sectores estratégicos. Con una sentencia obliga a las sociedades de estibadores a perder su razón de ser: garantizar unas condiciones de trabajo en un sector de alta siniestralidad. A pesar de ello, las organizaciones sindicales alcanzaron un consenso. La mesa de diálogo entre la patronal portuaria y los estibadores avanzaba en el cumplimiento de la sentencia para que no supusiese la pérdida total de derechos de las plantillas. Sin embargo, el Ministerio de Fomento, ha decidido resolver el conflicto vía Decretazo, liberalizando la ocupación, lo que supone una reducción tan drástica de los salarios (60%) que constituye en la práctica un ERE encubierto, cuando los datos de beneficio de los Puertos son altos y ascendentes.
Desde la Juventud Comunista no creemos que los estibadores tengan que ver reducidos sus salarios, ni deben renunciar a tener un porcentaje de trabajadores fijos, ni renunciar a garantizar la formación de la plantilla. Nadie debería aceptar algo así. Consideramos que este es otro de los múltiples ataques a trabajadores que han resistido a la crisis y pretenden arrastrarlos a los salarios de la pobreza, porque igualarlos a la media de los y las trabajadoras significa decirnos a todas que debemos aceptar esta situación. De este conflicto laboral depende no solo el bienestar de las plantillas, sino que nuestro sistema de seguridad social se mantiene gracias a los sueldos de los trabajadores en activo.
Se trata no sólo de una lucha material por los puestos de trabajo, sino de una lucha ideológica en la que se debate si las soluciones colectivas y solidarias pueden ser viables.
Por eso la lucha de los estibadores es la lucha de todas.
VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA
¡NI UN PASO ATRÁS!