Publicado en tercerainformacion.es el 6/01/2016
Para la UJCE tras la aparente condena de la violencia contra las mujeres,“ las palabras del arzobispo transmiten un mensaje muy diferente y, desde nuestro punto de vista, peligroso e impermisible ya que asegura que “frecuentemente la reacción machista tiene su origen en que ella ha pedido la separación». Estas palabras justifican en cierto modo esa violencia al mismo tiempo que centran el foco de la culpa en la mujer.
Además, de las palabras del arzobispo se desprende la idea de que la violencia de género es algo que queda relegado únicamente al ámbito privado del matrimonio, obviando de esta forma el hecho de que dicha violencia machista es intrínseca al sistema patriarcal en el que vivimos y se extiende a todos los ámbitos de la sociedad. No se trata por tanto de un problema de la vida en pareja, sino de un problema social que tiene su origen en la dominación de un género sobre el otro.”
Por tanto, en la UJCE “creemos que la solución a la violencia de género solo puede alcanzarse si el problema se aborda desde una perspectiva feminista, por lo que cuando el arzobispo dice «Dejémonos ya de las zarandajas que la ideología de género enturbia”, no podemos sino pensar que, o bien el arzobispo no entiende realmente la dimensión del problema del que habla, o bien trata de camuflarlo bajo el aspecto de conflictos privados individuales, que nada tienen que ver con un sistema de dominación patriarcal, sistema de dominación que, por otro lado, la institución a la que don Braulio Rodríguez representa, siempre se ha encargado de sostener.
Por todo ello, desde nuestra organización exigimos la rectificación de estas palabras y que desde el arzobispado de Toledo se reconozca que la violencia contra las mujeres es fruto del sistema patriarcal, que somete a la mujer a la dominación del hombre y la relega a un papel de sumisión y obediencia.”