Tras las fiestas navideñas comienzan las campañas para volver a tener un cuerpo que encaje en los cánones de belleza impuestos por el patriarcado, la salud ya no es un deseo y una aspiración Natural si no una obligación que según la industria del bienestar, solo podemos satisfacer mediante el consumo de determinados productos y servicios comerciales.
A las mujeres se nos ha impuesto la delgadez como canon de belleza y se nos bombardea constantemente con dietas milagrosas y productos bajos en calorías,también la apología del ejercicio físico y la masificación de los gimnasios después de las fiestas.
Por eso desde la Juventud Comunista reivindicamos unas fiestas en las que la mujer no sea cosificada y dónde no se nos exijan unos cánones de belleza imposibles sometidas a una agobiante y agresiva presión social para encajar dentro de los mismos generando frustración y problemas alimenticios y de autoestima en vez de un empoderamiento a todos los niveles y un autoestima plena con nuestros cuerpos.
Queremos otras fiestas. Que no nos digan cómo tenemos que ser.