Desde que se anunció la candidatura del municipio conquense de Villar de Cañas como sede del futuro ATC (Almacén Temporal Centralizado, o “cementerio nuclear”), allá por 2010, la gente de la comarca se puso en marcha para mostrar su rechazo a la instalación. Un total de 49 organizaciones componen hoy la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear, la Juventud Comunista entre ellas desde el primer momento.
En la lucha contra el Cementerio nuclear de Villar de Cañas siempre se tuvo claro que no se trataba de una cuestión territorial. La fuerte presencia ecologista sirve para que prevalezca la conciencia antinuclear, la idea de que el modelo energético basado en el combustible fósil y las nucleares no es sostenible ni siquiera eficiente y hay que cambiarlo. La apuesta por las energías renovables es clara. Por ello, una de las máximas siempre presentes fue “ni en tu pueblo ni en el mío”.
La Juventud Comunista tenemos en la mochila una experiencia de lucha unitaria que ha trascendido todos los ámbitos. La experiencia de una Plataforma antes de que existieran las plataformas por lo público. El aprendizaje indispensable en materia de ecología. Ahora sabemos bien que para plantear un modelo de gestión de residuos radiactivos como es la construcción de un ATC, quizás convenga primero cerrar las nucleares y saber cuántos residuos habrá que gestionar. Además, conviene que se decida de forma participada, dado que los residuos van a tener una vida mucho mayor de la que vaya a tener cualquier municipio o cualquier estado.Tenemos también el contacto y la lucha codo con codo con Ecologistas en Acción, con las y los productores agrícolas de la comarca y con mucha gente que se ha movilizado por este asunto.
Por ello, a sabiendas de la cercana victoria, y a pesar de que en este mes de febrero ENRESA ha seguido contratando obras para este proyecto paralizado, de cara a nuestro XIV Congreso, desde la Juventud Comunista gritamos con más fuerza que nunca:
¡EL ATC NO SE PONE, NI EN TU PUEBLO NI EN EL MÍO!