Han pasado ya tres años desde el anterior Congreso de la UJCE. Desde entonces, la situación de América Latina ha variado, dando lugar a una crisis continental de los modelos progresistas que se han ido desarrollando. La derecha, a través de la mezcla de discursos esperanzadores pero vacíos, tácticas de crispación, guerra económica y apoyo internacional, ha conseguido hacer retroceder los diferentes procesos existentes, situando la región en un punto crítico.
La UJCE sostiene el apoyo en estos momentos complejos para la región. Conscientes de los retos impuestos por una derecha que no renunciará a ningún medio para someter a los pueblos latinoamericanos al imperialismo, pero a la vez conocedores de la necesidad de superar a través del análisis críticos los procesos existentes, consideramos que no existe ningún futuro para Latinoamérica bajo el yugo del imperialismo, y estaremos al lado de la clase obrera y los pueblos latinoamericanos en este momento de retroceso.
La burguesía nacional sometida al imperialismo ha comenzado a resurgir en diversos países. En Argentina, el gobierno de Macri retoma las negociaciones con los fondos buitre, y pretende desarrollar una política en favor de los monopolios y en contra de la clase obrera y las capas populares. En Venezuela, la derecha, tras sembrar el país de muerte, consigue la victoria en las elecciones parlamentarias. La derecha brasileña agita la bandera del golpe de estado para apartar a Lula de la vida política. Estos son ejemplos de cómo la sumisión al imperialismo, el recurso al terror y la muerte, y la voluntad de practicar golpes de estado siguen siendo armas en manos de la burguesía para impedir que parte de Latinoamérica vaya apartándose del ámbito de dominio de los EEUU y otros ejes imperialistas, a través de organizaciones internacionales o de la sumisión directa.
La situación en Colombia merece una mención especial. Los diálogos de paz siguen su curso, pero la violencia contra la izquierda sigue extendiéndose, con la connivencia del gobierno. Durante los días de preparación del Congreso hemos tenido que lamentar el asesinato del camarada de la JUCO, Klaus Zapata. La UJCE reconoce la labor de Klaus, como la de otros tantos camaradas caídos en la lucha. Quienes mueren por la vida, no pueden llamarse muertos.
La solidaridad internacional de la UJCE con la clase obrera y los pueblos de Latinoamérica es inquebrantable. Por ello, estaremos a su lado frente a cualquier ataque del imperialismo, defendiendo su soberanía y sosteniendo la necesidad de avanzar hacia el socialismo como único camino que pueda asegurar un futuro sin injerencias y de prosperidad.
¡Viva la lucha de los pueblos de Latinoamérica!