En el Estado español hay alrededor de 96.000 camareras de pisos que trabajan en hoteles y apartamentos. Este colectivo, que representa un 25% o 30% de las plantillas tiene que soportar algunas de las cargas de trabajo más duras de todos los colectivos que trabajan en la hostelería. En este sentido, los ritmos de trabajo muchas veces obligan a las trabajadoras a darse de baja por enfermedad, aquejadas de dolencias como lesiones musculo-esqueléticas, estrés y ansiedad. A pesar de todo esto, aún hay muchos convenios colectivos que no contemplan la posibilidad de aminorar las cargas de trabajo o incluso subir de grupo profesional a este colectivo y situarlo en el grupo de los oficiales.
La lucha sindical sostenida a través de la negociación colectiva ha mejorado las condiciones laborales y económicas de las camareras de pisos. Desgraciadamente, esta situación ha cambiado por las sucesivas reformas laborales y en la actualidad prevalecen los convenios de empresas por encima de los sectoriales. A ello hay que añadir el cambio de ciclo económico y la crisis que soportamos desde 2008, situación que las distintas patronales de hostelería han aprovechado para aumentar la precariedad laboral y empeorar las condiciones de trabajo. La última vuelta de tuerca es la externalización que está sufriendo el sector.
La estrategia de externalización del departamento de pisos es muy sencilla: se despide, vía expedientes de extinción, a las trabajadoras de pisos y se subcontrata el servicio con empresas de multiservicios. En muchos casos, estas empresas están constituidas por el mismo grupo empresarial, lo que supone un flagrante caso de cesión de trabajadoras. Estas empresas, además, ya no tendrán la obligación de aplicar los convenios vigentes de hostelería y se aplicará el de la empresa multiservicio que, habitualmente, fijará retribuciones cercanas al salario mínimo interprofesional. Así las patronales pueden llegar a ahorrarse entre un 30% y un 40% del salario de las camareras, al tiempo que fomentan la división de las trabajadoras en multitud de empresas que impiden su unidad de acción sindical y colectiva en defensa de sus intereses.
Este colectivo, junto a las organizaciones sindicales, han organizado una campaña de visibilización para denunciar las condiciones laborales, sociales y económicas que viven las camareras de pisos, con testimonios de compañeras que suponen un grito de denuncia de la situación laboral de un colectivo que las más de las veces resulta invisible en el sector hotelero, pero que sin embargo es una de las claves de la calidad del servicio en la primera industria de España: el turismo.
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España, queremos mostrar nuestro más firme apoyo a la lucha de este colectivo en su lucha por unas condiciones laborales dignas, por el respeto de sus derechos, y en contra de la externalización de este servicio.
Aplaudimos la lucha que las compañeras han emprendido y mostramos nuestra total disposición para apoyar la dignificación del trabajo de las camareras de piso y la defensa de sus condiciones laborales tanto de manera general como específica y contra la externalización de los departamentos.